“El placer de la vida está solamente en la compañía de los fuqará.
Ellos son los sultanes, los maestros y los príncipes.
Ojalá me reúna con ellos en Allah, y que Él perdone mis acciones incorrectas.
Bendiciones sean sobre el Elegido, Sayyidina Muhammad,
El mejor de los que prometieron y cumplieron”. Abu Madyan al-Ghawz
LOS CIEN PASOS:
1 TASAWWUF
2 SHARI’AT
3 TARIQAT
4 HAQIQAT
5 ADAB
6 ‘ISTIQAMA
7 SULUK
8 YAQIN
9 FAQIR
10 TAWBA
11 WARA’
12 ZUHD
13 TAWAKKUL
14 SABR
15 SHUKR
16 TAQWA
17 IJLAS
18 SIDQ
19 MURID
20 ‘UBUDIYYA
21 DHIKR
22 FIKR
23 HIMMA
24 NAFS
25 RUH
26 SIRR
27 MULK
28 MALAKUT
29 YABARUT
30 JAUF
31 RAYA’
32 RIDA’
33 HISS
34 MA’NA
35 LUBB
36 ‘ISHARA
37 WAQT
38 HAL
39 MAQAM
40 MAWQIF
41 WARID
42 FUTUWWA
43 QABD
44 BAST
45 WAD
46 WUYUD
47 ADHB
48 LAWA’IH
49 AL-LAWAMI’
50 AT-TAWALI
51 SHAWQ
52 DHAWQ
53 ASH-SHURB
54 SUKR
55 JAMR
56 KA’S
57 SAHWA
58 FARQ
59 YAM’
60 YAM’-AL-YAM’
61 TAWHID
62 TAFRID
63 AF’AL
64 SIFAT
65 DHAT
66 MA’RIFA
67 ‘ISM AL-‘ADHAM
68 GHURBA
69 JALWA
70 GHUZLA
71 SIMSIMA
72 TAYALLI
73 TAJALLI
74 AL-‘AMA
75 MURAQABA
76 MUSHAHADA
77 WILAYAT
78 FANA’
79 BALA
80 BAQA’
81 SAHQ
82 NASUT
83 LAHUT
84 RAHAMUT
85 MAHABBA
86 QURB
87 TARAQQI
88 LISAN
89 TAMKIN
90 TALWIN
91 AFRAD
92 300 NUQABA
93 40 NUYABA
94 7 ABDAL
95 4 AWTAD
96 2 IMAMS
97 QUTB
98 SUKUN
99 TAYRID
100 KAMAL
TASAWWUF 1
Sufismo es la ciencia del viaje hacia el Rey.
Su etimología preferida es la que le hace derivar de suf, lana. Shayj Hassan al-Basri dijo: “He visto a cuarenta de los de Badr, y todos vestían de lana”. Esto significa que el sufí -tasawwafa- se ha vestido de lana. Lo que es distinto de quienes confirman el camino de Islam con la lengua y el aprendizaje de libros. Es tomar la vía antigua, el sendero primordial de la experiencia directa de lo Real.
Yunaid dice: “El sufí es como la tierra sobre la que se arrojan inmundicias y sin embargo de ella brotan rosas”. Dice también: “El sufí es como la tierra que acoge al inocente y al culpable, como el cielo que cobija todas las cosas, como la lluvia que todo lo lava”.
El sufí es universal. Ha reducido y eliminado las marcas de su identidad para posibilitar una visión clara de la realidad cósmica. Ha hecho girar al cosmos en torno a él, hasta hacerlo desaparecer. Ha ido más allá. El sufí ha dicho «Allah» –hasta que ha entendido. Todos los hombres y mujeres juegan en el mundo como si fueran niños. La tarea del sufí es reconocer el final en el comienzo, aceptar el comienzo en el final, llegar a la visión unificada. Cuando los opuestos externos son lo mismo, el instante es presencia y el corazón está sereno, vacío y lleno, luz sobre luz, el del manto de lana ha sido investido con la túnica de honor y está completo.
El Imam dice asimismo: «Si hubiera conocido alguna ciencia más grande que el Sufismo, habría ido a ella incluso a gatas».
SHARI’AT 2
“No hay camino hacia las realidades excepto con el lenguaje de la shari’at”, dice Shayj al-Akbar.
La shari’at del Islam es la confirmación de que no hay más divinidad que Allah y que Muhammad es el Mensajero de Allah. Es orar cinco veces al día, haciendo las postraciones rituales. Es ayunar el mes de Ramadán. Es pagar el zakat o impuesto sobre la riqueza. Es realizar, si es posible, el Hajj a la pura Casa de Allah y a la llanura de ‘Arafat. La shari’at del Islam se basa en esto, y confirma que quien sigue la shari’at ha elegido vivir dentro de los amplios parámetros morales establecidos en los mandatos Coránicos y de acuerdo con la guía de la Sunna: el modelo de la vida de Muhammad, que Allah bendiga y le conceda la paz.
Haber aceptado la shari’at implica el profundo conocimiento de que la criatura humana es limitada, está en un cuerpo y, como todos los cuerpos en el mundo físico, obedece a leyes dadas. No hay compulsión en la transacción vital, de modo que, el Islam no puede llamarse «religión organizada». No; el Islam es el modelo de vida auto-escogido que se adopta con el fin de profundizar en el conocimiento, hasta que uno alcanza su propio origen, su fuente de vida, y bebe del agua de la iluminación.
Shari’at implica reconocer las leyes biológicas que funcionan en todos los niveles de la existencia. Observamos que los kafirun, -los que rechazan-, siguen sin embargo su propia shari’at. Cada persona establece una shari’at, improvisada pero funcional. Nuestra shari’at es toda misericordia, mientras que la suya siempre se muestra cruel, represiva y estrecha. La nuestra proviene del Mejor de la Creación, amado por millones de seres humanos. La suya es una sombra oscura, procedente de imaginaciones solitarias.
TARIQAT 3
El Camino discurre entre dos opuestos, shari’at y haqiqat. Es identificable por su exterior, y confirmado por su interior.
Del mismo modo que la shari’at también puede llamarse Islam, la tariqat puede llamarse Iman: aceptación. Iman es aceptación de Allah, Sus Libros, Sus Mensajeros, Sus Angeles, el Ultimo Día, la Balanza, el Decreto. Es la interiorización del paisaje cósmico: desde las realidades de la creación en el acontecimiento, al paisaje cósmico personal en la visión. Todo esto explica y descifra los significados de la naturaleza dual de la existencia y su secreto unitario.
Tariqat es salir del lugar seguro que proporciona la existencia ordinaria para ir hacia la extraña existencia de la búsqueda. Significa abandonar el proyecto privado, es decir, la familia como sentido de la vida. Allah, glorificado sea, ha advertido que esto es una trampa para ti. Tariqat significa abandonar el proyecto público que es la sociedad y sus promesas de recompensa futura, a cambio de esclavizarse a ella.
La recompensa futura del buscador está ahora en lo Invisible y después de la muerte, no al final de la vida. Significa abandonar el proyecto autobiográfico de fama y realización, pues el yo se ha convertido en un enemigo para el buscador. El yo es un enemigo hasta que se transforma en su realidad luminosa, que es el puro espíritu, ruh.
Shari’at es sumisión. Tariqat es entrega. Haqiqat es victoria.
HAQIQAT 4
Haqiqat: Las realidades.
Son las iluminaciones internas del conocimiento que surgen en el corazón del buscador. Es el dominio de los significados, al igual que la shari’at es el dominio de los sentidos. Así como una es la ciencia de lo externo, la otra es la ciencia de lo interno. No hay otro medio de experimentarlas, excepto por el sometimiento al hecho de ser humano, ser mortal, una criatura temporal. Una vez sometido a la shari’at, el buscador en el Camino se da cuenta de que viene de la no-existencia y va hacia la no-existencia. El tiempo es corto. Hay que aprovecharlo. ¡Ábrete paso con todas tus fuerzas!
En este mundo todo es espectáculo y aún así la gente está ciega por doquier. No pueden soportar el comprobar que las gratificaciones del mundo no proporcionan satisfacción a su gente. No es el propósito de este mundo ser la zona de visiones; eso sucede en el otro mundo, después de la muerte. Este mundo es el terreno de la acción. No es posible alcanzar el status de ser humano completo sin una ruptura de normas. Romper normas es el Camino. Sus frutos son la contemplación y la iluminación. Sin embargo, tanto la una como la otra, en lo sensorial, pertenecen al después-de-la-muerte. Así pues, alcanzar la visión en el reino de los significados implica morir la muerte de los significados antes que la muerte sensorial. «Muere antes de morir», dice el famoso Hadiz. Se reitera en otros muchos hadices de los Sahih. Lo mismo se expresa en la instrucción: «Haceros como los habitantes de las tumbas». Con esto no se sugiere que se abandone la vida, sino que para poseer el gran conocimiento tiene que haber práctica -y esa es su doctrina.
Si quieres haqiqat, reconcíliate contigo mismo: tu vida ya nunca podrá ser la misma. «El hombre está dormido. Cuando muere, despierta». Haqiqat es despertar. Ihsan.
ADAB 5
Adab es cortesía espiritual, los buenos modales de verdad.
Adab implica sinceridad y ésta, a su vez, humildad. Una persona consciente de sus modales, está motivada por el amor propio y le falta expresión espontánea.
Adab en el mundo es casi imposible. «Buenos modales» son los que se practican en el mundo. Adab se practica en el círculo de la Gente. Una vez en el círculo protegido de la Gente, uno se sitúa en un terreno de confianza. Ahora el adab es una obligación para ti. Has arrinconado el yo: en la zawiyya, en el círculo, entre los Hombres de Allah, ante el Shayj. Este es el terreno del adab.
El Camino no es mas que adab.
Hay un adab que corresponde al extraño y al visitante. Hay un adab que corresponde a los fuqará. Hay un adab que corresponde a los nobles y a la élite. Hay un adab que corresponde al Shayj. La plenitud del adab es el adab debido a uno mismo.
La primera forma de adab se logra con generosidad y regalos a la llegada y a la despedida. La siguiente está marcada por la preferencia. Debes preferir que lo que tienes o consigues sea para tu hermano antes que para ti mismo. La siguiente se muestra en el servicio, la espera, la paciencia y la escucha. La siguiente, es querer lo que tu Shayj quiere como si fuera tu propia voluntad. La última forma de adab consiste, en la primera etapa, en evitar los golpes, como darse manotazos en el muslo o cerrar el puño convulsivamente, y el evitar exclamaciones soeces. La etapa intermedia consiste en evitar la pena o la alegría extremas. El paso final es olvidarse de todo ello en el deleite de la presencia de lo Real.
‘ISTIQAMA 6
‘Istiqama es ser recto.
Su definición es: poner en práctica la Sunna del Mensajero –sus palabras, sus actos y sus estados– de acuerdo con tu conocimiento y tu capacidad para seguirlo. Recuerda que aunque nadie pueda alcanzar su estación de gnosis y esplendor, es nuestro deber seguir el polvo de sus pasos.
‘Istiqama es adquirir el carácter de aquel que cumple las obligaciones. Cuando alguien se lava y ora, cuando ayuna y da sadaqa, cuando se mueve entre la gente de conocimiento, cuando visita la casa de Allah y el lugar de descanso del Mensajero y se sienta en el Rawdah, adquiere el color de la gente de tales actos. Con esos estados, experimentados en tal compañía, el mismo corazón se ilumina.
Externamente, la gente de Istiqama puede parecer estrecha, mientras la gente de este mundo aparece externamente como tolerante; pero observa cuán estrechos son internamente; mientras que la gente de ‘Istiqama es internamente vasta. ‘Istiqama produce gente externamente oscura e internamente luminosa. Por el contrario, la gente de libertades ilusorias es externamente luminosa e internamente oscura. El fruto de ‘Istiqama es la serenidad, mientras que el fruto de una conducta sin límites es el terror. Uno es salud, el otro es locura.
Su comienzo es la Sunna, su mitad es una gracia y su final es la inmersión en la fuente de visión.
SULUK 7
Suluk es la ciencia de todos los elementos internos del viaje.
El salik es el que se cimenta en la sabiduría necesaria para evitar la locura cuando llega el momento en el que el corazón se mueve y el amor se despierta y el centro de la criatura está poseído por los vientos del deseo y las tormentas del anhelo. Cuando el mundo y todas sus cosas se convierten en tormento y prueba para el buscador, suluk mantiene al caminante en la sabiduría que evita precipitarse cuando lo necesario es constreñirse, y hace posible una acción valiente cuando lo tentador es la retirada. Suluk es el medio a través del cual es posible beneficiarse de yadhb (atracción) sin convertirse en maydhub, loco-por-Allah; es decir: tiene lugar la atracción –que es esencial– pero se evita la atracción inútil. Esto significa que se puede tener la experiencia sin quedar condenado a la estación.
Nuestro camino es ser salik/maydhub. Externamente cuerdo e internamente loco-por-Allah. Externamente sobrio e internamente ebrio.
Externamente, suluk es reemplazar las malas palabras por buenas palabras, las malas acciones por buenas acciones, las malas intenciones por buenas intenciones, hasta que uno vive en palabra, acción e intención recta. El signo del salik es que uno está a salvo de su mano y de su lengua, y la prueba de esto es que el mismo salik está a salvo de su propia mano y de su propia lengua.
Suluk permite beneficiarse del estado mediante la absorción de la doctrina y poder dejar la estación con la expectativa de posteriores regalos del Señor Misericordioso. Para los buscadores, su término es volver a su confirmación y evitar pretensiones excepto en la lengua de lo Real.
YAQIN 8
Yaqin, certeza.
Tiene tres estadios:
1)’Ilm al-yaqin: conocimiento de certeza.
2)’Ayn al-yaqin: fuente de certeza.
3) Haqq al-Yaqin: verdad de la certeza.
Pueden considerarse como la profundización en los tres elementos primarios: shari’at, tariqat, haqiqat. Hemos pasado del nivel conceptual a un grado posterior, el de la experiencia. Ahora estamos preparados para contemplar Islam, Iman e Ihsan no como propuestas, sino como etapas de experiencia directa de la vida. Lo primero es la capacidad para aceptar el mensaje y el Mensajero. Esto implica fundamentar la propia humanidad en la capacidad de reconocer y confiar en el Mensajero legítimo Confianza en un «otro» verdadero es nada menos que un reflejo de la confianza en uno mismo. Esto conduce a una confirmación interna del cómo es el «otro» y en consecuencia de uno mismo, como algo auténtico. Este punto intermedio es vital para todo desarrollo posterior. Hay que confirmar la propia interioridad: es la hora de la prueba y la zona de las despedidas. Porque el hombre es débil y la etapa intermedia difícil. Para el que tiene coraje, existe la posibilidad de llegar a la directa confirmación interna de las realidades cósmicas celestiales y, de ese modo, a la inmutable joya-esencia del yo, que es Luz y no una sombra que mora en un objeto en decadencia: el cuerpo. El fin es la verdad de la certeza. ¿Qué es esto? El Corán dice que es la muerte misma. Muere la muerte del significado y llegarás a la certidumbre durante esta vida.
El Rajá de Mahmudabad lo definía así:
Te dicen: “Hay fuego en el bosque”.
Llegas hasta el fuego en el bosque y lo ves.
Tú eres el fuego en el bosque.
FAQIR 9
El Wali de Bahlil dijo: “Los fuqará son un manojo de espinas”. Shayj Abu Madyan dijo: «El placer de la vida está solamente en la compañía de los fuqará; ellos son los sultanes, los maestros y los príncipes”.
Faqir es el que ha abandonado la fútil búsqueda de este mundo y ha salido a la búsqueda de lo Real, es decir, el secreto de su propia existencia. El primer requerimiento de esta búsqueda es que frecuente la compañía de la gente que también quiere adquirir esa ciencia. Ser uno de ellos significa compartir sus dificultades y obtener su deleite. Al principio, el faqir ve las faltas de los fuqará. Cuando aprende que son un espejo para él –tal y como enseña el famoso hadiz–, deja de pelear contra ellos y empieza a emerger en su corazón el amor por los amantes de Allah. De este modo se aproxima al Shayj.
El faqir es pobre en Allah y Allah es suficiente para él en su pobreza.
El faqir ha elegido la guerra contra el yo. De este modo emprende la parte más difícil de su viaje en el que incluso el éxito es peligroso, puesto que la satisfacción por adquirir buenas cualidades es, por contra, una falta. No hay escape. Ahora debe romper normas internamente al igual que lo hizo externamente. Las acciones erróneas han terminado. Ahora deben sustituirse por buenas acciones. Lo mismo ocurre con las intenciones. No obstante, el faqir debe guardarse de pensar que el objetivo es moral. No pierdas de vista la meta: es la contemplación del Señor viviente.
TAWBA 10
Tawba: Apartarse de la acción incorrecta.
Es el comienzo del proceso transformativo del yo. El paso intermedio es abandonar las malas cualidades por las buenas. El final es pasar de la creación a la absorción en la visión de lo Real.
El acto de tawba se confirma por la sunna de repetir cien veces la súplica:
¡Astaghfirullah!
Sufyan az-Zawri dijo: “La auténtica tawba tiene cuatro signos: qilla, ‘illa, dhilla, ghurba’. Esto es: decrecimiento (del yo), debilidad, humildad y exilio (de lo incorrecto).
Tawba es la señal que, proviniendo de sí mismo, indica al faqir que está inmerso en la batalla. Mientras el faqir persiste en encontrar faltas en los demás sin preocuparse de ver faltas en sí mismo, el viaje ni siquiera habrá empezado. El primer encuentro con las acciones incorrectas en tawba, es una gran victoria. Con un paso se habrá superado el momento más difícil del viaje.
El común hace tawba de las incorrecciones; la élite hace tawba de las acciones rectas y su alabanza; los elegidos de la élite hacen tawba del olvido de Allah en cualquier instante.
Las pruebas del Camino son las confirmaciones de las recompensas de tawba, las cuales aseguran al buscador en su camino, y a la “gente de llegada” en la misericordia del Señor Compasivo.
WARA’ 11
Wara’: Escrupulosidad.
En la fase más baja es evitar lo haram y lo dudoso. En la fase media, es alejarse de lo dudoso para ir hacia lo que con seguridad proporciona beneficio. Es eludir cualquier cosa que pueda proyectar una sombra sobre el corazón. En la fase más elevada consiste en evitar todo deseo excepto el deseo de Allah.
Preguntaron a Hassan al-Basri: “¿Cuál es el eje del Din (transacción vital)?”. Contestó: “Wara’”.
Es mejor para ti que seas escrupuloso contigo mismo y generoso en el juicio de los demás, a que seas escrupuloso en el juicio de los demos y laxo con tu propia conducta.
El faqir ha de guardarse de admirar su propia escrupulosidad, de complacerse o incluso descansar en ella, para que no se convierta en una trampa para él. Recordad que hay gente que realiza todas las acciones correctas, es cuidadosa con todo y sin embargo, su corazón se endurece. El acto de wara’ es liberar al yo en su urgente búsqueda de iluminación y conocimiento. Es un precio que hay que pagar, un impuesto que tributar, pero con gusto y con la conciencia de que solo contiene beneficio, tanto para ti mismo como para los demás. Así pues, no hay motivo que justifique la auto-satisfacción, puesto que es por tu propio bien.
Si descansas en wara’ los demás están a salvo, pero tú no estás. Si haces de ello un medio, tú estás a salvo y los demás se instruyen.
ZUHD 12
Zuhd significa desapego.
El Hadiz (Ibn Mayah, Al-Hakim, Bayhaqi), dice: “Desapégate del mundo y Allah te amará. Desapégate de lo que encuentres en las manos de los hombres y los hombres te amarán”.
El zuhd de los sufíes consiste en que su desapego debe ser un vaciar sus corazones de los deseos de este mundo. A esto contribuye el vaciar sus manos con sadaqa y regalos generosos. La palabra ascetismo no tiene nada que ver con zuhd tal como se entiende en el Islam. Zuhd es abandono solo cuando se reconoce que la necesidad era una necesidad ilusoria. Ir en harapos y ayunar demasiado no es zuhd. Al contrario, zuhd consiste en tener cuidado con la ropa y repararla, o comer menos y no comer hasta hartarse. Por consiguiente, zuhd no es en absoluto una represión de los apetitos. Es abandonar el exceso de apetito cuando el yo se ha desarrollado hasta el punto en el que ya no necesita tal cosa.
Ser zahid de objetos es fácil. Es más difícil ser zahid de palabras, de la atención de los demás, o de la reputación. Desapégate de la alabanza. Desapégate de la reputación. Desapégate de estar en lo correcto. Desapégate de ser visto. A menudo le es más fácil ser zahid al rey que al pobre, ¡ten cuidado!
El verdadero zahid prescinde de la mirada que se dirige a la creación y no al Señor.
Zuhd es fácil. Su opuesto es difícil. Recuerda que el viaje es hacia el lugar donde los opuestos se hacen iguales para uno. No te detengas en los medios viajero, ¿o es que acaso quieres vivir en los establos?.
TAWAKKUL 13
Tawakkul: Confianza.
El dhikr de esta cualidad se recomienda muy especialmente al faqir que está ansioso por avanzar con rapidez en el Camino.
Hasbunallahu wa ni’amal wakil.
“Allah es suficiente para nosotros
Y Él es el mejor Guardián”.
Ibn Ayiba ha dicho que los tres grados de tawakkul son:
1) Estás con Allah como el empleado con su amo: vigilante y preocupado por sus intereses.
2) Como el niño con su madre: recurre a ella para todo.
3) Como el cadáver en manos del que lo lava.
En el primero hay necesidad y en el segundo apego, pero en el tercero se está libre tanto de la necesidad como del apego. Esto último es la estación de los que han anulado su yo y esperan únicamente ver lo que Él quiere hacer con ellos. Estos son los libres.
Tawakkul fortalece al faqir del mismo modo que el zuhd debilita al yo y su energía hacia las acciones incorrectas. Tawakkul es alimento, aliento y pura compasión de Allah para con Su esclavo en la parte difícil de su viaje. Es el dhikr del momento en el que el faqir no puede continuar. Es el dhikr para el momento de la crisis, para cuando el faqir quiere abandonar. Es el dhikr de la confianza para el momento en que el faqir vacila, seguro de haber cometido un error solo por imaginar que podía alcanzar lo Real. Si echas a andar llegarás. Allah es suficiente para ti. Al principio. En la mitad. Al final.
Repítelo internamente para fortalecerte. Dilo en voz alta para avanzar. Grítalo golpeando la mesa con los puños para destruir las dudas y las cavilaciones y para subyugar al yo más indómito. Hazlo 73 veces.
SABR 14
Sabr: Paciencia.
La paciencia es una medicina amarga cuyos frutos son dulces.
Nuestro Iman ha dicho que «Sabr» es ser paciente con la paciencia.
La primera paciencia que hay que aprender es la paciencia con los demás. Es la más difícil y si se consigue, es un gran logro y una gran victoria. Contiene la semilla de la indulgencia con los demás y en consecuencia, la noble cualidad que es la compasión ante la debilidad de los seres humanos.
La segunda paciencia es la paciencia con uno mismo. Si uno es rígido con el yo, este se marchita. Al yo no le gusta que se le trate con dureza, no digamos ya el que se le cambie. El faqir ordinario modificará las acciones equivocadas al primer intento. El «inteligente» que argumenta e intelectualiza, puede repetir la acción equivocada varias veces antes de abandonarla. El faqir tiene que porfiar una y otra vez contra el yo. Si es paciente, verá la forma de ganar la batalla contra sí mismo con astucia. Quien puede hacer esto, ha encontrado una vía rápida y una victoria segura.
La tercera paciencia es la paciencia con el Decreto de Allah. Esto es a lo que hace referencia Iman Yunayd. Esto es hacerse con el auténtico núcleo de la doctrina tawhid. No se refiere tan solo a la adversidad y al dolor, algo que puede resultar posible o incluso fácil. Lo difícil y apremiante es la paciencia en el terreno de los acontecimientos. «Allah quiere algo y tú quieres algo. Lo que tú quieres no es lo que Allah quiere, pero has de saber que lo que Allah quiere ocurrirá con toda seguridad». La paciencia en su plenitud es querer lo que Allah quiere en cada momento.
SHUKR 15
Shukr: Dar gracias.
Es un conocimiento y un estímulo. Te hace ser consciente de la fuente de tu vida y te recuerda que Él es Quien responde a las súplicas.
Su primer grado es dar gracias con la lengua, que es dhikr. Su segundo grado es dar gracias con todo el cuerpo, es servicio a Allah tanto en la obediencia en lo prescrito como en la asistencia a Sus criaturas. El tercer grado es dar gracias con el corazón, que son gracias en la Presencia del Señorío y reconocimiento en la «cámara de las audiencias».
Shukr es el acto que corresponde al esclavo. Según nosotros, shukr jamás ha de expresarse a no ser que vaya precedido de hamd. Porque hamd, alabanza, pertenece enteramente a Allah, es Suya, y el esclavo no tiene participación en la misma. Así pues, es más apropiado presentar a Allah lo que no tiene nada del esclavo, antes que lo que es enteramente del esclavo. Si ha habido duda, entonces shukr sigue a Su contestación. Si no ha habido súplica, entonces Él ha dado al esclavo, incluso sin habérselo pedido.
En cualquier caso el dhikr de shukr empieza siempre con hamd. Debe repetirse cien veces.
“Al-hamdu lillahi wa-shukrulillah”.
TAQWA 16
“No hay ni fuerza ni poder excepto en Allah, el Ensalzado, el Vasto”.
Shayj Ibn ‘Ayiba ha dicho que el primer grado de taqwa, resguardarse uno mismo, es evitar las acciones incorrectas. El segundo grado es la supresión de las faltas, y el tercer grado es apartarse de todo lo que es otro-que-Allah, para poder retirarse a la Presencia del Conocedor de lo Invisible.
Se puede decir que el comienzo de taqwa es la adopción de los parámetros morales de la shari’at, mientras que su mitad es la profunda aceptación del yo que Allah nos ha asignado, de forma que su mejora y perfeccionamiento constituya el límite de nuestra interferencia con el mundo. El fin de taqwa puede verse entonces como la llegada al núcleo o al centro del círculo del yo. De esta manera, el final de taqwa es nada menos que jalwa, retiro, la profunda contemplación interna y el deleite de presenciar las Luces de los Atributos y la Esencia.
Con Taqwa lejos de convertirse el ser humano en un recluso o en alguien que no participa en el mundo, ocurre justamente lo contrario. Su flecha da en el blanco. Al hombre de taqwa se le escucha cuando habla, se le imita cuando actúa, e ilumina a otros cuando se manifiesta. El hombre de taqwa no tiene miedo de la creación; el mundo le pertenece y los elementos son sus diligentes servidores. Todo su temor lo coloca en Allah, el Vasto, el Celador de su asunto y el Motor de todas sus actividades. Su dhikr es especialmente recomendado a la hora de viajar. Es un dhikr extremadamente adecuado para todas las cuestiones relacionadas con la acción y los vastos movimientos que afectan a las multitudes, como la guerra por ejemplo. El dhikr es el siguiente:
La hawla wa la quwwata illa
Billahi’l ‘aliyyu’l ‘adhim.
IJLAS 17
Ijlas: Pura y depurada autenticidad.
El mujlis es el que, dondequiera que esté, se reúne siempre con su Señor.
La definición es la propia Sura al-Ijlas: «Di: Él es Allah, el Uno. Allah, el Eternamente Rico e Independiente. Ni engendró ni fue engendrado. Y nada existe como Él». Esta es una definición de Allah por boca de lo Real, y en ella no hay nada del esclavo. Solamente está Allah.
Una vez que el faqir ha llegado al punto en el que puede concebir a la criatura humana como conteniendo estas vastas dimensiones internas; una vez que se da cuenta de que ya no es un hijo de su tiempo, sino un hombre del Tiempo; una vez que aprehende que, debido a su posesión de un intelecto le es factible un estado ilimitado, entonces se da cuenta de que su forma propia y auténtica debe ser mujlis.
El camino rápido para esta condición no es más que la constante repetición de la Sura al-Ijlas y la profunda reflexión sobre su tremendo significado. Decirlo: 3 veces. 111 veces. 1.000 veces.
Bismillahir-rahmanir-rahim.
Qul huwa’llahu ahad. Allahu samad.
Lam yalid wa lam yulad.
Wa lam yakun lahu kufu’an ahad.
(Corán, Sura 112)
SIDQ 18
Sidq: Veracidad.
Los saddiqun tienen el rango más elevado entre la gente de tawhid. Por debajo de ellos están los muqarrabun. El saddiq es verdadero. Quien es verdadero ha eliminado toda hipocresía y componenda. Es luminoso, claro y no puede corromperse.
La gente de sidq tiene una fragancia que no procede de la limpieza o de los perfumes, sino que proviene directamente del Jardín de la Presencia. Reconoce a un hombre así cuando te encuentres con él. Siéntate en su presencia. Toma de él lo que te da en forma de guía y amonestación. Baja los ojos. No discutas. No demuestres lo que sabes. Lo que tú tienes no es nada comparado con lo que se le ha dado a él. Es un regalo. El Mensajero, que Allah bendiga y le conceda la paz, dijo, hablando de Abu Bakr, que él era el primero de sus compañeros no porque hubiera llevado a cabo algún acto especial, «sino por algo que Allah ha puesto en su corazón».
Su signo externo es una pronta confianza en Allah, en el Mensajero, en los Libros, Los Angeles, el Ultimo Día, la Balanza y el Decreto. Esto genera confianza en los otros hombres. Lo que a su vez engendra fuertes compañeros y establece una noble comunidad. La compañía del saddiq es el marco perfecto para la contemplación y para el testimonio. El dhikr para fortalecer tu parte de la más grande de las cualidades, es el dhikr de la aceptación de Allah y Su vasto poder. Debe estar constantemente en la lengua de quien ansía esta estación.
Tabaraka’llah.
MURID 19
Nuestro Maestro, Shayj al-Kamil, Sayyidi Muhammad Ibn al-Habib, dijo:
Murid proviene de ‘irada (voluntad) y ésta depende de Ijlas. El verdadero significado de murid es: uno que se ha despojado de su propia voluntad y acepta lo que Allah quiere para él, esto es, la adoración de Allah, el Ensalzado, porque El mismo ha dicho: «No he creado genios y hombres sino para que Me adoren». Cuando el murid es débil a la hora de educar su yo –dado que el gobierno de lo interno pertenece al yo y a Shaytan– se coloca bajo la normativa del Shayj y bajo la protección de su poder. Este, a su vez, ayudará al murid a obedecer y a adorar a Allah por medio de su himma, que opera por consentimiento de Allah y por medio de sus palabras, que se hacen efectivas por el regalo de Allah. Así pues, un murid ha de aferrarse a cualquiera de los Shuyuj de la época que tenga buena disposición hacia él.
Sidi ‘Abd al-Wahad Ibn ‘Ashir dice: «El murid frecuenta la compañía del Shayj que conoce las formas de conducta y al mismo tiempo le protege de los peligros del camino. El murid se acuerda de Allah cuando ve al Shayj, quien a su vez conduce al esclavo hacia su Señor”.
Ibn ‘Ata-Illah, que Allah esté complacido con él, dice en su Hikam: «No acompañes a nadie cuyo estado no te cambie y cuyo discurso no te guíe hacia Allah».
La elevación de tu estado y la guía de su discurso son los resultados de esta compañía. Quien no encuentre tal estado en su compañero, que lo abandone a Allah y que busque uno que se ajuste a esta descripción. El murid conseguirá un Maestro en consonancia con su propia sinceridad y fuerza de resolución. Es a Allah a quien hay que pedir ayuda.
‘UBUDIYYA 20
‘Ubudiyya: Esclavitud.
Tiene tres grados según los Darqawa.
1) ‘Ibada. Es el reino de la obediencia más simple, la que reconoce las obligaciones del esclavo hacia su Señor en todas las cuestiones de la adoración.
2) ‘Ubudiyya. Es la esclavitud. Aquí la obediencia está iluminada por el placer de estar al servicio del Señor. En los actos de obediencia hay adab, profunda cortesía espiritual. Hay deleite y confirmación de los actos necesarios. Es ir más allá de lo obligatorio aumentando voluntariamente los actos de adoración extras, tales como las oraciones nocturnas, los ayunos extraordinarios, sadaqa y similares.
3) ‘Ubuda. Es la devoción vehemente. Shayj Ibn ‘Ayiba lo ha definido como idéntico a la libertad espontánea.
Al llegar a estos tres términos, hemos llegado también a reconocer una profundización de la tríada original que a su vez se convierte en una noción más profunda de lo que es Yaqin. Lo que todavía era una simple convicción interior se actualiza formando parte de la naturaleza existencial del buscador. El faqir ha asumido las responsabilidades de ser murid y ha comprendido que la totalidad del Camino depende de su deseo de llegar. Sin acciones nada va a ocurrir. Los actos del buscador han sido definidos anteriormente. El primero se consigue cuando uno ha hecho que lo obligatorio sea una práctica más de la vida cotidiana. Lo segundo se logra cuando el wudu (lavarse para la oración) se convierte en algo dulce. Lo tercero, cuando lo más querido en este mundo es la frescura de los ojos en la oración (salat).
DHIKR 21
Dhikr: Invocación de Allah. Es la gran práctica de la Gente.
Tiene tres grados. Para la gente común es el dhikr de la lengua. Para la élite es el dhikr del corazón. Para la élite de la élite es el dhikr del sirr, el secreto. La primera es de sobra conocida. La segunda es dhikr acompañado de consciencia, de modo que el corazón se convierte en la zona de contemplación en la Presencia del Señorío. La última es algo extraordinario: la lengua enmudece y el corazón se tranquiliza.
La primera es el dhikr de Huwa, el pronombre de ausencia. La segunda es el dhikr de Anta, el pronombre de presencia. La tercera es el dhikr de Ana, el pronombre de tawhid.
El paso del primer grado al segundo está marcado por la agitación del cuerpo, tal como inclinarse rítmicamente hacia delante y hacia atrás, exclamaciones repentinas, levantarse, etc. El paso del segundo grado al último se caracteriza por el entumecimiento de los miembros y el silencio de la lengua de forma que el dhikr se pierde. Mi Maestro, el Escanciador de vino, Shayj al-Fayturi dijo sobre esto: «¡Qué cosa más extraordinaria! ¡Estabas buscando el dhikr y resulta que el dhikr te estaba buscando a ti!».
En el Hikam se dice: «No abandones si no puedes sentir la Presencia de Allah durante el dhikr. Tu olvido del dhikr de Él es peor que tu olvido de Él durante el dhikr. Quizás El mismo te lleve de un dhikr de olvido a uno con atención, y de uno con atención a uno con Presencia, y de uno con Presencia a uno donde todo está ausente excepto el Invocado. Y esto no es difícil para Allah «.
Hay tres cosas esenciales en el viaje hacia Allah. El dhikr es la primera.
FIKR 22
Fikr: Reflexión.
Shayj Ibn ‘Ata-illah ha dicho en su Hikam:
“Fikr es el viaje del corazón en el reino de lo-otro”.
Fikr es la lámpara del corazón: cuando se extingue, el corazón se queda sin luz. Hay dos clases del fikr: el fikr de la confirmación y el Iman, y el fikr del testimonio y la visión. El primero es para la gente de indagación, el segundo es para la gente de visión y percepción interna.
“Hay signos en el horizonte y en el yo”: La primera reflexión ha de ser la identificación de la Unidad de Allah en la creación y el reconocimiento de Su Mandato en el cosmos. La segunda reflexión debe consistir en una mirada profunda al yo humano, la unidad de sus miembros, la jerarquía de sus facultades, la inmutabilidad del núcleo de consciencia y la inaccesibilidad del “yo”. La tercera reflexión tiene lugar en el jalwa, en la fase más profunda de la muraqaba: vigilia. Aquí es donde ocurre la dislocación del “locus” del observador ante la verdad de nuestra incapacidad de verle a Él, al tiempo que se diluye en el poder de Su testimonio de nosotros.
Dhikr es sensorial; fikr es significado. Dhikr es externo; fikr es interno.
Hay tres cosas esenciales en el viaje hacia Allah. Fikr es la segunda.
HIMMA 23
Hay tres cosas esenciales en el viaje hacia Allah. Himma es la tercera. Shayj Ibn al-Habib dice en su famoso Diwan:
“Quien tiene dhikr, fikr y himma podrá sobreponerse a la “otridad” en cualquier momento. Conseguirá gnosis más allá de su deseo y una rápida comprensión de los secretos de la existencia”.
“¡Despierta tu himma con anhelo y deseo y no te contentes con menos que el Siempre-Continuo!”.
“¡Oh compañero mío! Himma es lo que hay que tener; y si luego deseas el objetivo de todos los gnósticos, puedes emprender el camino”.
Shayj al-Akbar define así himma: aspiración. “Se dice aspiración por su correspondencia con la que se da en la liberación del corazón por medio del deseo. También corresponde al comienzo de la sinceridad del murid. Y, finalmente, a toda ‘aspiración’ por la purificación del anhelo”.
Shayj Ibn al-Habib la menciona como “la montura de la himma” puesto que es con himma con lo que se recorre el Camino. Es ese impulso del corazón lo que mueve al buscador primero en la búsqueda de un guía y después en la adquisición de las bases del arte. Luego, una vez que ya es diestro en la práctica, se asienta sobre el corazón del buscador una especie de apatía puesto que ha confundido el fin con los medios. Himma es lo que levanta de nuevo al buscador en el difícil paso intermedio del Camino. A mitad del Camino hay que recordar que lo que ahora es himma cambiará luego radicalmente, convirtiéndose nada menos que en el deseo de volver a la cámara de audiencias buscando el vino del testimonio y el saludo del Amado.
Al principio, himma es la aspiración de obtener las ciencias. A la mitad, es la aspiración a alcanzar experiencias directas. Al final es aspiración a recibir más gnosis en testimonio y absorción en la visión del Señor.
NAFS 24
Nafs, junto con Ruh y Sirr, definen a la criatura humana en su totalidad gnóstica.
El primer nivel de experiencia del animal humano es el del nafs. La conciencia de sí mismo es condición básica y necesaria para el viaje. Sin ella, o sea si se es majnun (loco), no te puedes embarcar. A no ser que exista un locus de experiencia que funcione, no es posible llegar a su dislocación en el acto del descubrimiento de uno mismo.
Shayj al-Akbar define al nafs como: “Lo que está producido por los atributos del esclavo”. Significa que el yo está aprisionado por los mismos elementos que imagina le liberan: las acciones. Cuantas más cosas hace el yo, más construye una historia y una continuidad ilusoria. Los acontecimientos consolidan el mito del yo. Esta es la razón por la que Shayj al-Kamil dice que todo lo que hay en el nafs es espantoso. Es totalmente irrelevante imaginar que se puede ‘forjar’ un nafs bueno. Es un ídolo más terrible que el del nafs malo. El nafs es ese gran ídolo que a pesar de engañar a los demás ídolos no puede destrozarse a sí mismo. Por esta razón se acude a un Shayj. Su función es sencillamente la de actuar como espejo del yo y ayudarle as a escapar de los engaños auto-perpetuadores del yo.
El objetivo de la Gente es la aniquilación del “yo experimentador”.
La práctica de la Gente es el dhikr con el que se purifica el corazón, de forma que lo que era el nafs, sólido y opaco, se convierte en sutil y luminoso. Una vez que el dhikr y la compañía han dominado al nafs, el buscador puede percibir que el locus de la criatura humana no es lo que parecía ser. En vez de la ficción narrativa del yo puede ahora percibir una identidad biológica directa. En este grado ya no se hace referencia al nafs, sino al ruh.
RUH 25
Ruh significa espíritu.
Shayj al-Akbar lo define como: “Término que se aplica a lo que proporciona al corazón el conocimiento del No-Visto en un aspecto particular”. Observamos que el órgano de experiencia en ambos casos y en el que sigue, es el corazón. Ahora se reconoce al locus en su forma natural, no en su forma histórica. Ya no se le considera como un locus de acontecimientos sino que más bien parece una pantalla de visión. De esta manera, lo que era el terreno de la acción se convierte ahora en el terreno de la visión.
Dice Shayj Ibn al-Habib en su Diwan:
“Mi ruh me habla y me dice: Mi realidad es la luz de Allah, así que no veas otro-que-Él. Si yo no fuera una luz, sería otro-que-Él; lo-otro es nada, así que no te contentes con ello.”
Una vez que empiece a manifestarse este reconocimiento, al buscador le faltará darse cuenta del secreto del ruh. Deberá entonces descubrir su yo original, su rostro adámico.
Esta es la última etapa de la gnosis y en este punto debe designarse al ruh con un nuevo nombre más apropiado a estos significados. Vemos aquí que la tríada que define el dominio más íntimo y personal de la auto-experiencia es la misma que antes definía solamente conceptos y modelos de creencia.
SIRR 26
Sirr: El secreto.
Esta es la tercera delimitación del locus del yo.
Fíjate en la sutil definición de Shayj al-Akbar y compréndela. Dijo:
“El secreto es apropiado, y se dice que el sirr del conocimiento corresponde a la gnosis del que lo sabe; el sirr del estado corresponde a la gnosis de lo que Allah desea en él, y el sirr de la realidad corresponde a lo señalado por la indicación”.
Ahora ya debe estar claro para el buscador que aquello había comenzado como una búsqueda autobiográfica para descubrir el significado de su existencia histórica, ha sido eliminado. Ya no puede verse a sí mismo como una figura narrativa. Esta inmerso en un estudio natural de sí mismo en el que contempla su condición del mismo modo que el biólogo examina el organismo en su propio ambiente. Lo que descubre ser el mismo, es un ser conocedor, un conocedor cuya capacidad puede profundizarse cada vez más de manera que, en cada paso del camino, debe echar por la borda todo lo que sabía anteriormente. Puede decirse entonces que su vida acaba al tiempo que empieza su conocimiento.
El sufí vive de manera póstuma. Desapegado, puede saborear los cada vez más sutiles significados del locus ‘yo/el cosmos’. La primera zona del sirr es activa e implica la capacidad de comprender lo que se muestra y de aferrarse a la himma sólo por Allah. La segunda zona es pasiva. Al llegar a este punto se dejan atrás todas las guías. Se llega a este conocimiento en las profundidades de muraqaba, vigilia. La tercera zona es tan sutil que no puede hablarse de ella excepto en lenguaje codificado, como el utilizado por el Sultán de los Amantes, Shayj Ibn al-Farid. Es activa/pasiva. Contiene el descubrimiento unitario. Se le llama sirr-as-sir. El secreto del secreto. Shayj al-Akbar lo define así: «Aquello por lo que Allah está aislado del esclavo».
MULK 27
Mulk: El reino de las formas sólidas.
Junto a la tríada anterior que esboza el locus del yo, colocaremos ahora otra triada que delimita los tres mundos de la existencia o, si se prefiere, las tres formas de existencia en el Universo.
El primer reino es el mulk: el dominio de lo visible. El mulk es lo que se experimenta en lo sensorial (hiss) y en la ilusión (wahm). Por su naturaleza el mulk es tanto sólido, sensorial, como espacio-puro, ilusorio. Este fenómeno está ahora confirmado por la ciencia kafir. La asombrosa interrelación de la substancialidad del mulk, vela a la mayoría de la gente de la realidad del mundo de los significados hacia el cual se abre el intelecto. Se le llama reino porque es un dominio de la realidad aparentemente completo en sí mismo. No es real, pero está hecho «con lo Real», según el lenguaje del Corán. Para entenderlo debemos penetrar su aprisionante solidez. Puesto que estamos en él y somos de él, debe suponerse que la ruptura de la barrera del mulk desintegrará también el locus experimentador del yo. Ahora podemos decir que frente al mulk está el nafs. Con el nafs, la criatura permanece en él y por él. No podemos descartar al mulk puesto que es la evidencia directa del Rey. Nuestra búsqueda nos hará regresar al mulk. Lo que queremos es un conocimiento envolvente, ya que no pretendemos «entender el universo» como el patético kafir que intenta ¡hacer un listado de todo lo que existe!.
En palabras de Rabi’a al-Adawiyya:
“No busques el jardín, busca al jardinero”.
Al utilizar la facultad cognitiva nos damos cuenta de que todo lo que hay en el mulk son significados cifrados –y esto abre el yo al dominio siguiente.
Los límites del mulk son los límites de los conceptos y las formas de pensamiento.
MALAKUT 28
Malakut: El reino de las formas en el No-Visto.
Es el reino de las formas originarias de las realidades de la creación, cristales, átomos, organismos, y el reino de las realidades espirituales, el Loto, la Balanza, el Trono, etc. Es el terreno de la visión, del mismo modo que el mulk es el terreno del acontecimiento. Mientras la característica del mulk es la fijeza, o la aparente fijeza, la característica del malakut es la fluidez y la transformación, o la menos la aparente fluidez. Podría de hecho decirse que la realidad de los dos mundos es justo lo opuesto, ya que las formas sólidas están en continuo cambio mientras que las visiones revelan todas los patrones originales fijos en los que están basados la totalidad del mundo visible.
Cuando el malakut abre sus tesoros al buscador, debe tener la precaución de no convertirse en un hijo de sus maravillas, al igual que el kafir se convierte en un hijo de las maravillas del mulk. No podemos contentarnos con otra cosa que no sea la llegada a la cámara de audiencias de lo Real. El malakut es lo que se experimenta en el conocimiento y en el dhawq, el saboreo. Todo en el malakut es sensorial/descodificado. Así, la visión del Jardín contiene huríes, jóvenes, ríos y jardines. Lo sensorial en el mulk se experimenta intelectualmente mediante cogniciones de bajo nivel. En la otra vida después de la muerte se experimenta mediante percepciones de alto nivel.
Los límites del malakut son los límites de la visión.
YABARUT 29
Yabarut: El reino del poder.
Es el reino de las luces. Shayj al-Akbar dice: «Para Abu Talib es el mundo de la Inmensidad. Para nosotros es el mundo intermedio». Con esto indica que el mulk es opuesto al malakut, y es precisamente el reino de las luces, la Presencia Divina, lo que crea la división entre los dos mundos sobre los que se basa la realidad de la creación. Esto significa que la Luz es el barzaj, el interespacio entre lo visible y lo invisible. En realidad, la existencia es sólo una, los tres reinos son un sólo reino con un sólo Señor. El establecimiento de límites, barreras y diferencias es lo que permite la aparición de la existencia metagaláctica universal. Lo que establece las barreras, y es al mismo tiempo las barreras, es la Realidad Unica con su sublime perfección desconectada de cualquier otra forma. En sí mismas las barreras no son una realidad, pero sin ellas nada podría definirse ni nadie podría definirlas.
El Corán declara que Allah, glorificado sea, es el Externamente Manifiesto y el Internamente Oculto: el Primero y el Ultimo. Dondequiera que te vuelvas está la faz de Allah. Allah es la luz de los cielos y de la tierra. Con la luz discriminamos y con la luz quedamos cegados en la no-discriminación. Tanto la separación como la unión dependen de la luz.
Yabarut es luz sobre luz.
En su oración por el Mensajero Muhammad, que Allah bendiga y le dé paz, Shayj al-Mashish dice:
«Oh Allah, bendice a aquel de quien han emergido los secretos y se han derramado las luces. Por él surgieron las realidades y el conocimiento de nuestro Maestro Adam, con él la paz, descendió sobre él. A su lado las criaturas son incapaces y el conocimiento es para él una nimiedad. Ninguno de nosotros a llegado a su nivel, ni antes ni después. Los jardines del malakut se deleitan con las flores de su belleza y las cuencas del Yabarut rebosan con la efusión de sus luces».
JAWF 30
Jawf significa temor, pavor ante el Creador y el Dueño del Día del Juicio.
El faqir emplea su tiempo en reflexionar sobre el modo en que funcionan las realidades de la creación. Examina la situación humana, no como historia o como leyenda, sino bajo la perspectiva Coránica que habla de gentes que construyeron grandes sociedades siendo luego eliminados por el vasto e inexorable empuje del tiempo en el espacio cósmico, más vasto de lo que el intelecto puede comprender. Se da cuenta de que el tumulto de la calle apenas puede ser reconocido desde lo alto de un edificio, menos aún desde un avión. Se da cuenta de que las pasiones juveniles de sus padres son ya irreales e inaccesibles incluso para ellos. Toma conciencia de lo reducido de la caravana y de la inmensidad del desierto. A partir de estas reflexiones surge el pavor en su corazón ante el tremendo poder del Creador. Sin embargo, a medida que aumenta el jawf, desaparece el miedo a la creación. No es posible temer a Allah sin al mismo tiempo reconocer Su promesa a Sus esclavos.
Esto conecta con la siguiente cualidad puesto que las dos son inseparables y deben estar en equilibrio. El exceso de jawf produciría como resultado alguien que no se atreve a hablar ni a moverse. Pero esto sería abandonar el conocimiento. Aquel a Quien tememos es un Señor compasivo.
Al principio, temor es conocimiento. A la mitad es ignorancia. Al final, el temor es un deleite.
Del mismo modo que el fuego es compatible con la naturaleza de la salamandra, así lo es el poder del Señor inexorable con el esclavo indefenso y satisfecho.
El opuesto a jawf es raya’. Entre los dos empujan al buscador en una dinámica que le hace avanzar en el Camino.
RAYA’ 31
Raya’: Esperanza.
El salih que trajo al Camino sufí a Shayj Ibn al-Habib, solía subir las empinadas escaleras de su casa de Fez diciendo en cada escalón: «¡Jawf! ¡Raya’! ¡Jawf! ¡Raya’!…» Con esto indicaba a este joven discípulo que aún vivía en el gélido terreno de los conceptos y el diálogo, la forma perfecta y equilibrada de relación con el conocimiento.
Al principio la esperanza es el anhelo por lo bueno que vendrá después de la muerte con las recompensas del Jardín. A la mitad, es la satisfacción de Allah con Su esclavo. Al final es la visión clara del Rey y la entrada en el conocimiento de Sus secretos.
Shayj Ibn al-Habib dice en su Diwan:
«Tienes que calzar las sandalias del temor y la esperanza».
El encuentro con estos opuestos es una etapa necesaria del Camino. No se puede evitar. No busques atenuar la terrible e inexorable majestad de Allah porque quizás sea Él el que te ha protegido de algunos de Sus actos mayestáticos. No te dejes reducir a una comprensión infantil de la compasión. El bisturí del cirujano también es compasivo. La angustia en este mundo también es compasión, si con sus lecciones evitamos la angustia en el próximo.
El faqir debe establecerse en jawf y raya’. Llegará un momento en el que estos dos conocimientos se transformarán en una experiencia aún más profunda e iluminadora.
RIDA’ 32
Rida’: Serena satisfacción.
Es la condición fundamental del que ha equilibrado su temor con su esperanza. El que ha ganado rida’ es el que se ha abierto camino a través de la colisión de los opuestos en el mundo sensorial. La gente común ríe cuando es feliz y llora cuando está triste. Invocan a Allah en la dificultad y Le olvidan cuando todo va bien. O Le reconocen cuando todo es fácil, pero a la menor prueba, van de acá para allá tratando de resolver los asuntos.
Guárdate de pensar que el hombre de rida’ es pasivo e inactivo. Esta es la pretensión del kafir y del ignorante. Rida’ pone al hombre en libertad de actuar allí donde sus acciones surtan efecto. Rida’ hará que un hombre hable cuando sus palabras puedan ser oídas y puestas en práctica. Del mismo modo, le guiará al silencio o la quietud cuando no valga la pena tomar partido. Al que está satisfecho con Allah no le preocupan las opiniones de los demás, ya sean a favor o en contra. Observa el paso tan tremendo que esto supone en la liberación del yo.
Shayj Ibn Ayiba’ describe tres grados de rida’:
1) La gente común: para ellos consiste en paciencia y lucha interna.
2) La élite: para ellos consiste en el fin de los pensamientos amargos y turbulentos.
3) La élite de la élite: para ellos es alegría, ausencia de agitación y serenidad.
HISS 33
Hiss: Sensorial.
Se refiere a la existencia como solidificaciones, densidades, mientras que ma’na, significado, indica la existencia como sutilezas. En consecuencia, las cosas en sí mismas carecen de entidad puesto que no son nada hasta que no son reconocidas. Una vez reconocidas, son transformadas por aquél que las conoce. Hiss se transforma constantemente en ma’na. No puede considerarse el uno sin el otro. Shayj Mulay ‘Abd al-Qadir al-Yilani ha comparado el universo con la nieve en la que las miríadas de formas individuales y separadas son en realidad una misma agua. Cada condición es verdadera, y cada una lo es conforme a las leyes que rigen lo que puede deducirse desde esa perspectiva.
Sidi ‘Ali al-Yamal, en su obra “El Significado del Hombre”, dice:
«Has de saber que las cosas sensoriales son dos: las cosas y sus opuestos. Igualmente, las cosas de los significados son dos: las cosas y sus opuestos. Cada una de ellas es la existencia de la cosa… El Señor de las cosas sensoriales es el Señor de los significados. El juicio sobre las cosas sensoriales es el juicio sobre los significados. La cura de los significados es la cura de las cosas sensoriales, a pesar de que los significados son reunión y las cosas sensoriales están separadas. La reunión de la reunión todo lo reúne».
«La reunión que reúne lo que está reunido es verdadera, y la que separa lo que está separado es verdad por una verdad, en una verdad de una verdad».
En esta etapa incumbe al faqir reconocer que las cosas, y en consecuencia los acontecimientos (interacción entre las cosas), no son explicables en sus propios términos, sino que deben ser descodificados en sus significados. Al igual que con la gran triada de shari’at, tariqat, haqiqat, el faqir pasará de este opuesto dual a una terminología más profunda conforme vaya progresando de la doctrina a la experiencia.
MA’NA 34
Ma’na: Significado.
Sidi ‘Ali al-Yamal dijo: “Toda la creación, tanto lo bueno como lo corrupto, da testimonio de Allah. Sin embargo, ellos no lo reconocen ni ven lo Real como Real; sólo lo reconoce aquél en cuyo corazón está la luz de los significados.”
Estas luces de los significados con las que Allah se ve y se reconoce, solamente aparecen en el corazón mediante la exaltación de los sentidos cuando se intenta buscar a Allah. Del mismo modo que la oscuridad de los significados sólo aparece con la iluminación de los sentidos, puesto que la sabiduría no está en el testimonio. La sabiduría está en la gnosis porque Allah es a la vez manifiesto y oculto para todos. El gnóstico es quien Le reconoce en lo externo del mismo modo que Le reconoce en lo interno, y asimismo, Le reconoce en lo interno al igual que Le reconoce en lo externo. El que Le reconoce externamente pero no internamente o, por el contrario, el que Le reconoce internamente pero no externamente, este es un ignorante. Al ignorante no se le llama gnóstico.
Shayj ash-Shushtari, que Allah tenga misericordia de él, dijo:
«No te fijes en los navíos
Sumérgete en el mar de los significados.
Quizás así Me veas
En la compañía de los sufíes».
Los significados se convierten en una condición para ver, y la exaltación de los sentidos se convierte en una condición para la manifestación de los significados. Dirigir la consciencia hacia la búsqueda de Allah se convierte en una condición para oscurecer los sentidos. ¡Allah es Quien otorga el éxito!.
Ahora debe estar claro que el faqir está ya embarcado en un proceso de conocimiento mediante el cual puede llegar a comprender la verdadera textura de la existencia yo/cósmica. En esta etapa deberá proveerse de una nueva serie de doctrinas para que le ayuden a clarificar las zonas de intelección y sus gnosis, a medida que se abran ante él por medio de la práctica intensificada del «dirigir la consciencia a la búsqueda de Allah».
LUBB 35
Lubb: El núcleo.
Es un término Coránico. Shayj al-Akbar lo define como: «La substancia de la Luz Divina».
En la primera etapa de nuestro Camino considerábamos la forma externa completa del yo tal y como se experimenta en ese momento: un montón de sucios harapos y de basura. Se lucha contra el yo con las armas de la purificación: salat, ayuno, acción correcta y sobre todo, sadaqa. Se limpian sus impurezas viajando en el camino de Allah y frecuentando la compañía de los purificados. Ahora, el faqir se encuentra en lo que está en el centro de ese montón de energías inútiles y contradictorias. Por su dhikr y su fikr, su himma le ha llevado al terreno de la concentración. Mientras que al principio se sentaba en el sama’a como si fuera un espectáculo, observando sus cortesías y disfrutando de su belleza, ahora sus ojos están bajos, sus pensamientos están aquietados y su concentración dirigida al latido de su propio corazón («puesto que no hay dos corazones en el pecho del hombre»), esperando a las luces para que entren en él.
En esta etapa es cuando el faqir pasa de tener una visión estática del corazón como una masa informe, sin importar cuan activo o receptivo sea, a tener una visión diferente de sus características. Como el corazón es el instrumento gnóstico por excelencia, el faqir debe considerarlo ahora como su lubb, su núcleo.
¿Qué es el núcleo? No es solamente el centro de la cosa sino que a su vez «contiene» el patrón completo de todo el organismo, de la misma manera que el núcleo de la manzana contiene la semilla que es a su vez el árbol, la flor, la fruta y la semilla misma.
Hadiz Qudsi:
«El universo entero no Me puede contener,
pero el corazón del mumin sí Me contiene».
‘ISHARA 36
‘Ishara: Indicación.
Shayj al-Akbar la define así: «Se puede dar con la cercanía o con la presencia del No-Visto, y se puede dar con la distancia».
El maestro quiere decir con esto que para que se dé la experiencia completa de la ‘ishara tiene que haber iluminación sobre el conocimiento que está indicando, de lo contrario es sencillamente metáfora y concepto. En consecuencia, si la ‘ishara es efectiva es un acontecimiento gnóstico.
Shayj Ibn ‘Ata-illah dice en su Hikam: «El gnóstico no es aquél que cuando hace una indicación encuentra a Allah más cerca de sí mismo que su propia indicación. El gnóstico es mas bien aquél que no tiene indicación debido a su aniquilación en Su existencia y a su auto-absorción al contemplarle a Él».
Con esto nos damos cuenta de que las indicaciones son medios para refinar el entendimiento, agudizar la vista, purificar la contemplación, disolver la barreras y refinar los significados. Son el transbordador que atraviesa el río del fikr desde la orilla de lo sensorial hasta la orilla de los significados.
Se dice: «Nuestra ciencia es toda indicaciones. Cuando se quiere explicar, desaparece».
‘Ishara es el lenguaje cifrado de los amantes que se utiliza para atraer al buscador al terreno del deleite y del testimonio, y que se usa para reanimar al ruh a que retorne a la tierra natal del amor. Es el lenguaje de los grandes Diwanes: habla de Layla, de lunas, de copas y de vino. Es esa ciencia a la que ahora sólo puede acercarse el buscador que se despierta, conforme se acerca por fin el objetivo.
WAQT 37
Waqt: El momento.
Shayj al-Akbar lo ha definido así: «Denota tu estado en el momento del estado. No está conectado con el pasado ni con el futuro».
Con esta definición profunda y específica puede verse que el momento no es el «instante-de-tiempo». Es ese momento en el que se reconoce lo Real. El waqt es el filo de la espada: no es el lado derecho ni izquierdo de la hoja. (En este punto debe advertirse al faqir que no utilice el vocabulario científico sufí fuera de su zona de acción, aplicándolo a los asuntos ordinarios, puesto que esto destruirá su progreso).
Se dice: «El sufí es el esclavo del momento». Con esto se quiere decir que está siempre alerta y dispuesto a reconocer lo Real en lo que lo Real le ha traído en ese momento. No hay pues intentos fallidos, sino que sólo existe lo Real, así que, cuando se reconoce el momento, es como si el buscador se hubiera despertado del sueño de la percepción ordinaria. El término se utiliza en plural en el sentido de «momentos reservados». Decimos: “Favorece los momentos”. Esto significa: reserva cada vez más tiempo para el dhikr con fikr. Incrementa tu himma para estar en vela para la Presencia inmediata.
De ahora en adelante todo lo que está ocurriendo es que el buscador se está haciendo consciente de la realidad vital del momento vivido. El futuro es el polo positivo y el pasado es el polo negativo. Cuando se juntan, se transforman constantemente en la carga eléctrica del presente.
Este tipo de consciencia está basado en el dhikr, en el fikr y en la himma. Su técnica más poderosa en esta etapa es el hadra largo (o raqs: la danza de la respiración).
HAL 38
Hal: Estado.
Shayj al-Akbar lo define así: “Es lo que le ocurre al corazón sin dependencia ni gestión. Si continúa, puede que no ocurran otros similares. Quien hace que le sigan otros similares, habla de su constancia. Quien no lo hace, habla de su inconstancia. Se dice que el estado altera los atributos del esclavo”.
En esta etapa de la experiencia el faqir ha entrado en la zona de la contemplación y de sus frutos. El hal no procede del acontecimiento, del exterior, de los sentimientos ni del nafs en cualquiera de sus modalidades. El hal desciende sobre el corazón, y como ya hemos indicado está en continuo movimiento, cambiando en cada instante. El faqir debe aprender a moverse con sus movimientos al igual que el marinero cambia la vela con los vientos. A partir de este punto el faqir debe referir sus experiencias internas solamente a su Shayj o a uno de los reconocidos salihun.
Se ha dicho: “Empieza como locura; a la mitad es ciencia; al final es quietud”. Esto es: yunun, funun, sukun.
Hal pone en movimiento lo que estaba quieto, luego lo calma y finalmente le proporciona descanso. Estos son los efectos del amor. Ahora y sólo ahora, podemos hablar de amor por primera vez.
MAQAM 39
Maqam: Estación.
Shayj al-Akbar dice al respecto: “Designa el pleno cumplimiento de las exigencias de las reglas”. Es decir, se alcanza el maqam cuando el esclavo está establecido en un cierto grado de adab en su jidma, servicio de Allah, y cuando ha adquirido una firme posición en la certeza interior.
Al principio las estaciones se manifiestan, fugazmente, como ahwal (pl. de hal), y luego quedan fijas en el murid. Se compara con el teñido de una tela para lo cual es sumergida en un mismo color y luego secada, sumergida y secada de nuevo hasta el punto en que el color se fija. Fijo el tinte, el maqam se establece.
El buscador va de maqam a maqam. A través de ellas aumenta en conocimientos y en gnosis, son los “grados” mencionados en el Corán. A su vez, las maqamat de los más grandes puede ser una trampa y una tentación. Si son una tentación para los amantes, imagina qué desastre sería para el erudito que jamás ha olido su aroma. Pedimos a Allah que nos mantenga entre la gente de ‘amal (acción).
Si el buscador está en manos de un Shayj gnóstico éste no dejará que su murid se entretenga en las etapas sino que le apresurará hacia el lugar de encuentro con el reconocimiento, al igual que los hayyis deben apresurarse a llegar a los lugares señalados por Allah en el Valle Purificado.
En cuanto oigas un susurro del lenguaje de las estaciones, aférrate a tu Shayj y no mires más con los ojos, vigila con el corazón. Bebe de su fuente, toma la copa cuando llegue a ti.
Y ahora anhela apasionadamente al Amado.
MAWQIF 40
Mawqif: Punto de parada.
Este término es extremadamente útil y saludable. Es el lugar donde se hace alto en un viaje. El mawqif es la parada entre estaciones. Así como Muzdalifa es la parada entre ‘Arafat y Mina, el mawqif es la parada entre dos maqamat. En Muzdalifa uno no se detiene demasiado tiempo, en el mawqif tampoco. Los deberes de Muzdalifa son dobles: uno es la recogida de guijarros para apedrear a los shaytanes al llegar a Mina, y el otro es suplicar o hacer du’a al salir el sol y antes de partir hacia Mina. Sin esa parada, no tienes piedras con las que apedrear a Shaytan, ni puedes suplicar a Allah por lo que más desea tu corazón. Es un descanso y un lugar de reunión; y es también un lugar de desamparo.
Se dice que en el mawqif el faqir pierde todo lo que ha ganado hasta ese momento y sin haber ni siquiera adquirido lo que le ha de venir en la próxima etapa. Como persona en los baños que despojada de su ropa sucia depende desnuda del sirviente en espera de que le dé ropa limpia, así se encuentra el faqir, desamparado ante el generoso poder de su Señor.
Sus requisitos son: humildad, incremento del adab, recitación del Corán y abundante súplica.
En el mawqif el faqir se encuentra perfectamente consciente de su situación. Se da cuenta de lo lejos que Allah, glorificado sea, le ha llevado. Su deseo aumenta. Hace inventario. Incrementa sus alabanzas y su agradecimiento. En ese momento sabe el valor de todo lo que ha experimentado y retorna a su viaje anhelando el objetivo.
WARID 41
Warid: Es la parte correspondiente de Luces que descienden sobre el corazón indicando al Señor Absoluto de la Majestad y abundantes regalos.
“¡Ya dhul yalali wa’l-’ikram!”
Warid es el desbordamiento que inunda el corazón del buscador de forma tal que rebosa los límites de su yo experimentador y se da cuenta de que el yo no está encerrado en los límites de su propia piel, sino que abarca todo lo que está dentro de su percepción: el lugar, los objetos y las personas. No conoce separación entre ellos y él: y todo esto pasa sin sentirlo puesto que el yo está lleno de luz.
Lo que brota en el corazón son las primeras indicaciones del amor que el buscador aún cree que surgen de él y van hacia la existencia, cuando lo cierto es que fluye por toda la existencia envolviéndole también a él. Todas las acciones se convierten en sus acciones, todos los demás tienen su mismo espíritu.
Esta es la primera disolución de las barreras de la separación. El sujeto se encuentra temporalmente sin tiempo, se derrite el espacio y se saborea algo que proviene del océano de la Unidad.
Cuando el buscador recibe la visita de warid e informa de ello al Shayj, descubrirá que su Maestro le da poca importancia; es para protegerle de la arrogancia y la propia admiración. Los resultados de warid van mucho más allá y éste es un tiempo de consolidación. Allah nos abruma de tal manera que hemos de volver al Salat an-Nabiy:
“Allahumma salli wa salem ‘ala Sayyidina
Muhammadin wa ‘alihi bi ‘adadi kulli
ma’alumin lak.”
“Oh Allah, bendice y da paz a nuestro Maestro Muhammad y a su familia en número tan grande como todas las cosas creadas”.
1.000 veces.
El Hikam dice: “No atestigües la validez de un warid cuyos frutos no conoces. El propósito de las nubes no es el producir lluvia: su único propósito es hacer brotar el fruto”.
FUTUWWA 42
Futuwwa: Nobleza.
Futuwwa es pensar externamente sólo en los musulmanes y no en ti mismo. Internamente es estar preocupado sólo por Allah. Es la virtud intrínseca del Mensajero, que Allah bendiga y le conceda paz.
Abu’l Husayn al-Warraq de Nishapur, dijo: “Futuwwa tiene cinco cualidades: cumplimiento del contrato, integridad, gratitud, paciencia y sereno contentamiento”.
Futuwwa indica que el faqir se está convirtiendo en un hombre universal. Su lealtad ya no es local, ni por su familia, amistades o país. Su familia es la ‘umma, es decir, toda la comunidad, y el resto de la humanidad son sus invitados. Con esta visión del mundo está libre para entregarse a Allah por entero.
El faqir ha llegado a la mitad del Camino.
QABD 43
Qabd: Constricción.
Shayj al-Akbar dice al respecto: “Es el estado de temor. Es el momento (waqt). También se llama un warid que desciende sobre el corazón. Exige la señal de censura y disciplina. Se dice: “el warid del momento del reproche”
Qabd es el estado de temor. Igual que al inicio jauf fue la experiencia del principiante en el Camino, ahora el buscador ha profundizado su comprensión del proceso de la vida. El temor lo causa el encuentro con el mundo, con su enormidad, como algo ajeno al yo. Ahora que el faqir se da cuenta de que el mundo está ante él como un espejo y que lo que en el mundo aparece procede de su propio corazón, su temor ya no procede de cómo le va a tratar Allah con Su inmenso poder sobre la creación, si no que lo que el buscador experimenta con qabd es una contracción interna que puede estar o no relacionada con lo exterior.
Qabd es significado. Son los restos de haber quemado esperanzas que eran vanas. Todo qabd, en tanto experiencia, es aprensión directa de la muerte. Azrael, el portador de la muerte, es un ángel por supuesto. Los ángeles son luz. Podemos entonces decir que qabd es un olvido y un debilitamiento de la certeza. Por esta razón Shayj al-Akbar advierte que requiere censura y corrección.
A veces el buscador se atribuye qabd debido a su incapacidad para experimentar luces; sin embargo hay una razón para ello, y es que todavía permanece en los opuestos sin haber visto al Señor Unico en lo que el Señor le ha dado.
Shayj Ibn ‘Ata-illah dice en el Hikam: “Él te ensanchó para no mantenerte contrito, y te contrajo para no mantenerte en expansión; y te sacó de ambas para que no pertenezcas a nada ni nadie excepto a Él”.
BAST 44
Bast: Expansión.
Shayj al-Akbar la define así: “Para nosotros es todo aquel que es suficientemente amplio para las cosas pero nada es lo bastante amplio para él. Se dice que es el estado de esperanza. Se dice que es un warid y requiere una señal de misericordia e intimidad”.
Así como qabd es el significado del temor, bast es el significado de la esperanza. Es importante darse cuenta de la mudanza en la conciencia que se ha dado en el faqir al pasar de lo sensorial al significado. Mientras que lo sensorial está todavía conectado con el nafs y el acontecimiento, el significado lleva a uno hacia el ruh y la visión.
Todo hal exige un adab durante y un adab después.
Shayj Ibn ‘Ata-illah dijo en su Hikam: “Es mucho más temido por los gnósticos estar en estado de expansión que en contracción, puesto que son pocos los que en la expansión pueden permanecer dentro de los límites del adab”.
Su dhikr es:
Subhanallahi wa bi-hamdihi
Subhanallahi al-’adhim
Debe decirse 21 veces.
En todo caso, el dhikr en qabd es el hadra y la recitación prolongada del Corán.
WAYD 45
Wayd: El primer grado del éxtasis.
Estos tres términos se derivan de la raíz w-y-d. Significa encontrarse a uno mismo, encontrar, desear profundamente, existir. Esto nos permite decir que la raíz de la existencia es el éxtasis.
Shayj al-Akbar dice: “Son los estados invisibles que el corazón encuentra de forma inesperada y que proceden del testimonio”.
El segundo grado de éxtasis se llama wiydan. Shayj Ibn ‘Ayiba indica que tiene lugar cuando se prolonga la dulzura del testimonio, generalmente acompañada de aturdimiento y embriaguez.
En ambas condiciones, algo del estado interno del faqir rebosa e inunda la reunión o el círculo. Mientras que algunos sufíes permiten la representación de los estados de éxtasis a fin de poder alcanzarlos, este tipo de conducta estaba estrictamente prohibida en compañía del Shayj al-Kamil por considerar a los hombres de hoy en día vulnerables a estados neuróticos de distracción. Si el hal es real, el deber de los salihun presentes entre la Gente es el de tranquilizar y guiar a esa persona de nuevo a la calma, sin fuerza ni daño.
La repetición de los Nombres de misericordia puede por sí sola, producir maravillas en un corazón aturdido. Nos encontramos con una mayduba junto a la pared de la Ka’aba en wiydan; el poderoso poder yalali de la Casa la había invadido y estaba muy turbada. Le recitamos “Ya Rahman-Ya Rahim” repetidamente y casi de inmediato dejó lo que había supuesto para ella un estado demoledor. En cualquier caso, la recitación del Corán restablecerá en todo caso al distraído, pero Allah sabe más.
WUYUD 46
Wuyud es el tercer grado del éxtasis.
En wuyud la conciencia domina al aturdimiento y la reflexión irradia fuerza. La señal de wuyud es que quien lo experimenta está lo suficientemente consciente como para preocuparse de ocultarlo a sus hermanos y así evitar atraer la atención, no sólo por adab hacia los demás, sino por adab hacia el propio estado para que éste pueda hacerse más profundo y disfrutarse.
Es fundamental que bajo ningún concepto el buscador llegue a sentirse incómodo o trate de reprimir un estado de wayd sea cual fuese su grado. Del mismo modo que no permitimos el wayd simulado (llamado tawayud), por esta misma razón tampoco hurtamos los estados de los demás. Cuando el wayd desciende, retírate. No es posible “experimentar” estos estados y durante los mismos, el “yo-observador” es tan nefasto como el “yo-murmurador”, que los desacredita como inútiles. Tanto el uno como el otro, son roles que adopta el nafs para negar al buscador las luces de la gnosis. De igual manera, cuando wayd desciende, es demasiado tarde para hacer dhikr. El dhikr o sama’a fue precisamente para esto. Se trata de una Presencia y en la Presencia ya no es necesario evocar, puesto que el adab de la Presencia es postración y la postración del wuyud es la postración del corazón.
Imam Yunaid, nuestro guía, dijo:
“Wudyudi an aghiba ‘anil’l-wuyud
bima yabdu ‘alayya mina’l-shuhud”.
“Mi wuyud es que me ausento de la existencia
Por lo que se me muestra en el testimonio”.
Shayj al-Akbar lo resume diciendo:
“Wuyud (descubrimiento) es experimentar lo Real en wayd (éxtasis)”.
YADHB 47
Yadhb: Atracción.
El maydhub es el absorbido por la atracción Divina. El término es bastante común en el Camino Darqawi y a veces se utiliza demasiado a la ligera. El faqir debe temer el poder de Allah y Su atracción. Uno se siente atraído pero al mismo tiempo rechazado con el mismo horror que el Mensajero tenía de la locura, ya que es precisamente el intelecto la facultad necesaria para la gnosis. Por esta razón el Wali de Bahlil advertía que el adab para con el maydhub era: “As-salaamu ‘alaykum –¡y luego lárgate!”. Quien guarda la compañía del maydhub acabará siendo maydhub o sirviente del maydhub; su poder es enorme ya que su intelecto, al no estar en ningún sitio, está por supuesto, en todas partes. Con todo, el contacto breve con los grandes maydhubs es extremadamente provechoso y hace avanzar al buscador hacia su meta. Hay algunos maydhubs que son salik/maydhub, que observan la shari’at y los límites al tiempo que se sumergen en las profundidades del océano Divino, pero éstos son escasos.
Ten cuidado con las historias de los maydhubs cuando carezcas de anhelo por un yadhb con conocimiento. Nuestro Camino Yunaydi es estar externamente sobrio e internamente ebrio. Shayj al-Fayturi nos dijo: “Qué mayor maydhub que el haber cruzado el mundo para entrar en jalwa bajo mi dirección. Tu yadhb te lleva a ma’rifa, al testimonio y a wilayat. Este es el yadhb a conseguir. Anhelo apasionado por el escanciador del vino”.
Shayj ibn al-Habib dijo:
“Muchos son llamados maydhubs, pero el verdadero maydhub es el que reza dhuhur en la Gran Mezquita de Meknés, ‘asr frente a la Ka’aba en Makka y está de vuelta en Meknés para maghrib”.
LAWA’IH 48
Lawa’ih: Resplandores externos.
Shayj al-Akbar dice: “Son los resplandores de los secretos externos que brillan desde lo alto, en el paso de un estado a otro. Para nosotros, es lo que brilla ante el ojo cuando no está limitado por lo externo, ni por las luces del saboreo, ni por la dirección del corazón”.
Aquí se indican las primeras rupturas en la consciencia. Son fulgores, estallidos deslumbrantes que parecen irrumpir en una escena oscura. No hay que hacerles caso en absoluto. Son los efectos fisiológicos inevitables en los primeros pasos de lo que denominamos la dislocación del observador. Si el ojo interno del corazón ha de funcionar, el ojo externo tiene que dejar de enviar imágenes. Sin embargo, la tremenda rapidez de cambio desde lo sensorial terrestre-externo, hasta lo sensorial celeste-interno, lleva consigo una especie de avalancha producida por los impulsos del cuerpo y del sistema nervioso. No obstante, esto aún no es significado celeste interno, que es lo que pretendemos.
Esto es lo que se menciona en el Diwan de Shayj Ibn al-Habib cuando, usando otro término, dice: “No te detengas con los primeros resplandores ni con cualquier otra cosa que experimentes en esta etapa”.
Shayj Ibn ‘Ata-illah dice en su Hikam: “A veces llegan las luces y al encontrar el corazón lleno de imágenes de cosas creadas, regresan al lugar del que descendieron”.
AL-LAWAMI’ 49
Al-Lawami’: Resplandores.
Definido por Shayj al-Akbar como: “Lo que es constante de las luces de tayali y dura dos instantes o algo aproximado”.
Mientras que las luces de lawa’ih se definen como procedentes del asentamiento del estado en el cuerpo, las luces lawami’ se reconocen no como sensoriales, sino como significados percibidas por el ruh y en el ruh sobre la pantalla de lo sensorial.
En esta etapa, el faqir maduro se da cuenta de que aquí y con estas iluminaciones están las primeras indicaciones de la función del hombre: el hombre es un locus de luces. “No He creado a los genios y a los hombres sino para que Me adoren”, declara lo Real, glorificado sea. Nuestro Mensajero ha confirmado que una adoración con conocimiento es superior a una adoración sin éste, y que el testimonio es un conocimiento superior a la información.
Estas primeras luces genuinas que vienen sobre el corazón anhelante del esclavo indican que se están logrando las realidades del Camino, que la reunión está cerca, que el testimonio es inevitable y que Allah responde a las oraciones de Su esclavo.
Deja que tus oraciones sean para Él y no para obtener Sus frutos en el mundo visible o Invisible. Busca sólo la faz de Allah. Sigue adelante.
AT-TAWALI 50
At-Tawali’: Esplendores.
Shayj al-Akbar los define como: “Las luces del tawhid que brillan en los corazones de la gente de gnosis, extinguiendo todas las demás luces”.
Las luces tawali’ son los frutos de la muraqaba, la vigilia. En esta etapa es suficiente saber que de las luces lawami’ se pasará con toda certeza a las grandes luces tawali’. Se ha dicho que las luces lawa’ih son como meteoros, las luces lawami’ son como la Vía Láctea a través de las nubes y las luces tawali’ son la visión completa de las Luces del Norte que llenan por completo el cielo nocturno.
Ahora, el único interés del faqir, la pasión que le consume, es su Señor. Allah, glorificado sea, no está lejos. Allah está cerca. Está aún más cerca que la vena yugular. Esto es, más cerca que la cosa está de sí misma. Él es presencia. La existencia es presencia: la Presencia del Señorío. Y eso es luz. Allah es la luz de los cielos y de la tierra. Esto se refiere a lo interno y a lo externo. A lo sensorial y a los significados. La luz de los cielos y del corazón que es el cielo interno. Luz sobre luz.
Allah guía a Su luz a quien Él quiere. Allah está en la expectativa que Su esclavo tiene de Él, así que ten una buena expectativa de Allah.
La alabanza pertenece a Allah en todos los estados.
SHAWQ 51
Shawq: Deseo.
Es el anhelo del corazón por encontrarse con el Amado. Es el deleite del corazón cuando avanza hacia su Señor. El deseo termina con la llegada, pero la añoranza y el anhelo nunca cesan porque que el corazón del amante jamás estará satisfecho con una sola mirada. Se buscarán más secretos, más desvelamientos, más conocimientos. Y los regalos del Amado siguen más allá de nuestras expectativas o méritos, porque los secretos de Amado son interminables.
Cuando el faqir experimenta este anhelo y este deseo en el corazón, se da cuenta inmediatamente de que lo que antes estaba muerto ahora ha cobrado vida. El corazón ya no es la masa de carne con la que empezó su camino. Ahora es el órgano transformativo, el locus de luces, la pantalla del testimonio. Espera y observa. Llama y llama. Canta a su Amado. Se levanta con el poder del dhikr. Se balancea. Avanza en el círculo de los amantes. Entra en el centro de la danza. Baila para el Amado. Todo su ser se consume de pasión. Cualquier excusa sirve para pronunciar el Nombre. Todos los indicios de la existencia muestran la evidencia del Amado. Los pájaros, los seres creados, los océanos –todos son significados cifrados que indica la belleza o la majestad del Amado.
Ya no es posible contemplar un águila o un ratón, un gato o un pez, y mucho menos un hombre de Allah, sin que las lágrimas del amor y del reconocimiento broten del corazón que está vivo.
DHAWQ 52
Dhawq: saboreo.
El fruto del shawq es dhawq. Shayj al-Akbar lo define como: “El primer indicio de las divinas tayalliyat”.
El primer dhawq se manifestará en la compañía del Shayj al concentrarse intensamente en Allah estando en su presencia. Dhawq vendrá al faqir en el sama’a, en el canto del Diwan y en la Danza. Cuando el corazón prueba las primeras evidencias de la fuente, pierde entonces la conciencia de la existencia sensorial. Vive en el significado el tiempo que éste dure. No hay tiempo, no hay un “yo observador” que distraiga con su falsa observación y su “ponerse fuera”. El propio “observador” se ha distraído. El “murmurador” es impotente. El “nafs” está en cautiverio. El corazón irrumpe en libertad. Se mueve. Vive. Experimenta.
Cuando el Wali de Bahlil se encontró con Shayj al-Alawi, le dijo: “¿Puedes construirme un corazón?”. Este es el deseo apasionado del faqir que ansía la gnosis. Con el dhawq el corazón comienza a existir como órgano vivo de conciencia espiritual y de conocimientos.
Dhawq es la vida misma que irrumpe por primera vez. O si prefieres, es el primer impulso del despertar después de una larga noche de sueño. El durmiente despierta. De nuevo se duerme. Se mueve. Este movimiento precede al acto de levantarse y a la experiencia de la plena luz del día después de la noche de ignorancia.
ASH-SHURB 53
Ash-Shurb: La bebida.
Al incrementar el saboreo se transforma en bebida.
Shayj al-Kamil dice en su gran Diwan:
“Mi Amado me dio una bebida
de la pureza del amor,
de forma que me convertí
en amado en todos los sentidos”.
Dice también:
“El Amado nos dio a beber un sorbo de amor
Con el que todo desapareció excepto el Amado.
Vimos a los seres creados como partículas de polvo:
Vimos las luces emerger abiertamente”.
En la naturaleza del beber está el incremento del significado y en consecuencia la disminución de lo sensorial. Conforme tú desapareces, aparecen las luces. Sidi ‘Ali al-Yamal aconsejó para esta condición: “Relaja el intelecto y aprende a nadar”.
Solo las impurezas impedirán al amante el saboreo y la bebida. Cuando se eliminan, es como si el propio pensamiento fuera una señal que hay que eliminar, no importa lo noble o apropiado que sea. Como dijo el Sultán de los Amantes: “En memoria del Amado bebimos una cosecha que nos embriagó antes de la creación del vino”.
Shayj al-Akbar dice al respecto: “El medio de las tayalliyat, cuyos finales están en cada estación”.
SUKR 54
Sukr: Embriaguez, borrachera.
Si se aumenta el beber se produce la embriaguez. Definida por Shayj al-Akbar como: “Recogimiento por un warid fuerte”.
Shayj al-Harraq dice en su noble Diwan:
“No se pierde la resolución cuando te embriagas con el vino.
Derrama sobre ti el agua de la expansión en una tempestad.
Te mueves, te agitas, danzas de alegría, te transportas.
Siempre tus días son verdes con el vino.
Cuando el sol brilla sobre el intelecto de su bebedor,
De los seres creados hace, nombres para su esencia.
Y cuando el vino deja el vaso, el flujo de los amantes
Le serena. Todos los colores brillan.
El inteligente reconoció su colmo, por costumbre,
Cuando probó el contenido de la jarra. Puesto que es virgen.
Se emborracharon. No rompieron los sellos,
Que es hermoso el estado de la gente de intelecto, arrebatada.
Entre los bebedores, estando en compañía,
ninguno rompió el vaso jamás, ni se volvió ligero de cabeza
Y si otros divulgan el secreto, del error de ese mal,
Externamente y en secreto, ese mismo secreto les protege.
No afirman ni rechazan lo que tienen.
Quizás busquen cobijo en su veraz negocio.
Que en realidad está negándoles la esencia mientras
La luz del atributo les afirma. ¡Están vivos y muertos!
Con todo vaso probaron la bebida.
Claros cielos y nubes llegarán para ellos.
Ellos son los Hombres.
¡Que Allah haga perdurar su gloria para siempre!
¡Por Allah, que los demás no son más que basura y chusma!”
JAMR 55
Jamr: vino.
Dice Shayj al-Harraq en su Diwan: “Culpas al vino tontamente. Cuando se suprime la realidad de alguien, éste alguien se convierte en el vino”.
El vino sensorial es la metáfora de su realidad-significado. El vino y la borrachera son lo mismo.
La famosa definición que el Sultán de los Amantes da en su Jamriyya es:
“Me dijeron: ‘Descríbelo, puesto que tú conoces su descripción. Sí, yo conozco bien sus atributos. Puro, pero no agua. Sutil, pero no aire. Luminoso, pero no fuego. Espíritu, pero no cuerpo”.
Shayj Ibn al-Habib dice en su Diwan:
“No se marchó hasta no haber probado un sorbo de su copa.
No hay mal en ello. Bebe, puesto que el vino es su lenguaje.
Es la Presencia de la Verdad, única,
Que se manifiesta con formas de luces diferentes”.
Dice Shayj al-Fayturi en su Fayturiyya:
“Acércate a la jarra del vino de la alegría.
Está permitido beberlo.
De seguro que te complacerá.
¡Verás el Rostro de Allah!”.
KA’S 56
Ka’s: la copa.
Uno de los sufíes dijo: “La copa es el corazón del Shayj”.
Dice Shayj al-Fayturi en su Fayturiyya:
“Al-’Alawi, el Ghawz de su época.
Mi llegada se completó.
Él es la gloria de los secretos. Es el vaso y el vino.
Es quien escancia el vino de la perfección al instruido.
Al-Fayturi ha perdido la cabeza con su amor,
Bebe embriagado con su vino”.
Este lenguaje causa gran confusión entre los ignorantes que no se esfuerzan por entender significados, ya de por sí tan sutiles que tienen que ser codificados en el lenguaje de ‘ishara en los Diwanes de los grandes gnósticos. Todo el lenguaje gira claramente en torno a una distinción cada vez más sutil entre la copa y el vino, la forma y la luz.
Hablamos de “copas circulando” –así es como los sufíes aparecen en la taberna; todas las caras se convierten en la cara del Shayj; y a su vez, la cara del Shayj se convierte en un espejo en el que cada uno puede contemplar su propio secreto. Se sigue bebiendo hasta que el éxtasis abruma al bebedor. Y así hasta que amanece.
SAHWA 57
Sahwa: Sobriedad.
Shayj al-Akbar la define así: “Es el regreso a la sensación después del retiro provocado por un warid fuerte”.
Es un término introducido por nuestro Imam Yunaid. Los eruditos que hablan pero no saborean han creado divisiones arbitrarias en estas cuestiones, de forma que hay una falsa idea sobre la existencia de una escuela de la sobriedad que está por encima y en contra de una escuela de la embriaguez.
El sufí está externamente sobrio e internamente ebrio. No se presenta a sí mismo como externamente ebrio si en realidad está sobrio internamente. De esta forma el adab está siempre presente por entrenamiento y por intención. En el momento de la bebida y el éxtasis, Allah protege a Sus amados con la noble compañía de Sus sadiqin.
En consecuencia, aquél que no puede contener su éxtasis no se expone a las miradas del ignorante y del que censura, y la excepción no invalida la regla general. Iman Yunaid expulsó a al-Hallay de su círculo y sin embargo su jalifa era ash-Shibli, el gran maydhub entrenado en ocultar su éxtasis en el profundo suluk de su noble maestro. El darqawi se empeña en ser alguien de sobriedad externa, pero no cabe duda de que los seguidores de Moulay al-’Arabi ad-Darqawi son ebrios/sobrios así como majestuosos/bellos. Son mendigos/reyes del mismo modo que son guerreros/santos.
FARQ 58
Farq: Separación.
Ha llegado el momento de tomar un par fundamental de opuestos y llevarlo hasta una nueva y más profunda serie de términos. Con este par, la serie anterior de hiss y ma’na se inviste de connotaciones más ricas y complejas. Su definición, según Shayj al-Akbar es: “Indica la creación sin el Real. Se dice que es la contemplación de lo adorado”.
Es consciencia de la creación por la propia creación. Es lo singular experimentándose a sí mismo por la multiplicidad, reduciéndose así a la multiplicidad. Sidi ‘Ali al-Yamal ha dicho que la enfermedad es farq y la salud es reunión. En la enfermedad se es consciente del cuerpo y sus diversas funciones, localizaciones, respuestas nerviosas y demás. Cuanto más enfermo, más está atrapada la consciencia en la separación, más enterrada, más encallada, más desparramada.
Los sufíes practican el alejamiento de la separación –no para ser zahid y apartarse para siempre del mundo– sino para conocerlo tal y como es en lo Real. Una vez que el faqir ha alcanzado el conocimiento unitario, entonces, como decimos nosotros, la separación no le velará ya de la reunión ni la reunión de la separación. Esto no significa una consciencia conceptual, sino que los dos reinos, el cognitivo y el experimental, se unificarán del mismo modo que la esponja es un espacio unificado de esponja/agua sin que la esponja se convierta en agua ni el agua, en esponja. Es decir, sin ningún tipo de penetración, unión, fusión o incorporación. Este retiro implica en sus comienzos, el apartamiento de todo lo que aparezca como el “ghayr”, “lo-otro”, hasta que, por último, te apartas de ti mismo.
YAM 59
Yam: Reunión.
Dice Shayj al-Akbar: “Indica a Allah sin la creación”.
La retirada de la separación, obligará al contemplador a retirarse, paso a paso, de la multiplicidad. Primero, apartándose de lo que no atrapa ni atrae y luego, de lo que sí lo hace, esto es, las formas de la existencia creada, tanto sutiles como groseras, objetos y pensamientos, hasta que el mar de su refracción esté libre de los desechos y la espuma de las formas, y las corrientes del yo se apacigüen de manera que contemplen un mar claro y reflexivo.
Cuando el océano esté calmado, surgirán de sus profundidades, en primer lugar sus formas, luego sus luces y por último sus secretos. A esta segunda dimensión de la experiencia –que es descubierta por primera vez en el retiro y la quietud– la llamamos reunión. Más tarde, la condición de la reunión entrará en la condición de la discriminación. El objetivo es que ambas se combinen de manera que en todas las cosas, tanto en lo interno como en lo externo, haya una continua contemplación del Amado.
Sidi ‘Ali al-Yamal dice en su libro El significado del Hombre: “La elección se divide en dos: elección de la separación y elección de la reunión. La elección de la separación es elección de la creación. La elección de la reunión es elección del Rey, de lo Real. Quien es de la separación obtiene el reino de la creación, y quien es de la reunión obtiene el reino de lo Real, por lo Real”.
YAM’ AL-YAM’ 60
Yam’ al-Yam’: Reunión de la reunión.
Definida por Shayj al-Akbar como: “Extinción total en Allah”.
A los dos términos, farq y yam, hemos de añadir ahora un tercero. En este momento el faqir está en la posición de captar que para que la profunda doctrina unitaria a la que se está acercando sea total, tiene que haber una forma, en este punto todavía inexplicable e incomprensible, con la que poder confirmar la realidad sin al mismo tiempo estar en ella de modo experimental. Es Allah confirmando a Allah en la lengua de Allah, y no simplemente Allah confirmado en la lengua de Su esclavo.
Debe entenderse sin embargo que esto no es un añadido a la experiencia, una “consolidación” de la doctrina unitaria, o un llevar las cosas a su “conclusión lógica”. Verdaderamente, la doctrina a la que llegamos no tiene nada que ver con lo lógico o lo ilógico. En esta enseñanza no puede darse la paradoja ni la contradicción. Es conocida en el corazón de quien lo sabe, y es cosa vana en boca de quien habla de ella.
Yam’ al-Yam’ es el nombre divino de Al-’Alim en la lengua del wali, es el nombre de Al-Wali’u en la lengua del wali, y esto proviene del lugar del conocimiento y del círculo de la amistad; inaccesible, impenetrable, sellado, el talismán de la verdad.
TAWHID 61
Tawhid: Unidad, su afirmación.
Nuestro Imam dijo: “Es un significado que borra los contornos y une los conocimientos: Allah es como siempre ha sido. El tawhid tiene cinco pilares que son: correr el velo de lo contingente, atribuir la eternidad sólo a Allah, abandonar los amigos, dejar el propio país y olvidar lo que se sabe y lo que no se sabe”.
La más elevada declaración sobre tawhid, que Shayj al-Akbar denomina como lo más alto que se puede decir sobre este tema, es: “El color del agua es el color del vaso”. Al comentar estas palabras, Shayj Ibn ‘Ayiba dice: “Esto significa que la ensalzada Esencia es sutil, oculta y luminosa. Aparece en los contornos y en las formas y adopta sus colores. Si no puedes saborearlo, admítelo y compréndelo”.
Tawhid es una definición de significado incompleto para todo aquel que se aferra a ella a no ser que la abandone o, mejor dicho, agote sus indicaciones y la abandone a cambio de la total absorción en el Uno.
TAFRID 62
Tafrid: Aislamiento.
El significado de tafrid es la doctrina de la experiencia, al igual que tawhid es la doctrina de su conocimiento. Tawhid pertenece a la gente del conocimiento. Tafrid pertenece a la gente del dhawq. De nuevo observamos el paso desde la profunda inmersión en la enseñanza a la profunda inmersión en la experiencia. Luego, a partir de esto surge otra doctrina que contiene a su vez la experiencia vivida o incluso vital, de la gente de gnosis.
Shayj Ibn al-Habib dice en su Diwan:
“El amor al aislamiento garantizará (al faqir) la continua consecución de la ayuda procedente de la sakina (serenidad).
Empezará a amar a Allah verdaderamente, sin duda alguna, viendo ihsan en cada instante. La paciencia y el amor puro y sin tacha contienen todas las Estaciones de Certeza”.
Dice también:
“Sólo se le concede poder a quien se ha aislado con Él y a quien, por medio de la mucha alabanza, se adorna con lo que Le complace.
Y así continuará ascendiendo en los desiertos de Su Esencia hasta que esté completamente aniquilado en una aniquilación en la que no hay mas que pérdida.
Si regresa a las huellas de la existencia, lo hará vistiendo un manto de honor que proclama su wilaya y su gloria.”
AF’AL 63
Af’al: Los actos que son las acciones de Allah.
Af’al son las acciones de Allah en la creación y en el Mandato. Lo cual quiere decir que lo son tanto en el reino de las partículas –o cualquier otro término que se quiera utilizar para indicar las materias básicas del Universo– como en el de las identidades orgánicas que están imbuidas de vida. En la cosmología sufí, que es la propia psicología sufí ampliada, no se considera el organismo como algo separado del suceso. En otras palabras, todo ser es un suceso/organismo al igual que un lugar/organismo, puesto que toda cosa viviente es tanto una criatura en-el-tiempo como lo es en-el-espacio. Asumido esto, puede que sea útil hablar de “guerras” y “sociedades”, pero lo haremos sabiendo que éstas no tienen realidad en el mismo sentido que la de los organismos individuales.
Dado que toda la creación está bajo el Mandato divino “Kun”, todas las acciones son la actividad de un Unico Actor. El Corán dice: “Allah es vuestro Creador y el de vuestras acciones”. Aunque, desde un punto de vista, eres responsable de tus actos, desde otro, tus acciones vienen condicionadas por tu localización en-el-tiempo y el contenido de tu realidad celular. Nadie es libre hasta que quiere lo que Allah quiere. Será entonces cuando querrá, y lo que quiera siempre ocurrirá. Comprender esto exige eliminar todas las proyecciones que se hacen sobre la realidad cósmica, sobre toda una serie de conceptos y estructuras de valores tales como “libertad de elección”, “impredictibilidad” y sobre todas las ingenuas invenciones de la manipulación matemática y sus ilusiones del “azar”. Sólo está sucediendo una cosa, si es que quieres “sucesos”, y ésta es: el Universo.
Sidi Muhammad Ibn al-Habib dice en su Diwan:
“Viajarás desde el cosmos hasta la Presencia de la Pureza,
Y serás testigo del Acto de Allah en la creación y en el Mandato.”
SIFAT 64
Sifat: Atributos, refiriéndose a los atributos de Allah.
Cuando el buscador se fija más profundamente para comprender las miríadas de acciones, puede percibir que todos los actos provienen de los atributos de capacidad y potencial. Los atributos esenciales son siete: habla, oído, vista, conocimiento, voluntad, poder y vida. Estos son los atributos esenciales del ser humano y, en el proceso transformativo de nuestra percepción mediante el cual buscamos penetrar el secreto de la existencia, devolvemos todos nuestros atributos, todos los atributos creacionales y manifiestos, a su origen en la Unidad. De modo que la vista pertenece al Vidente, el habla al Hablante, el conocimiento al Conocedor, la voluntad a El que Quiere, el poder al Poderoso y la vida al Viviente.
El buscador tiene que infundir en su consciencia el reconocimiento de que los actos están de alguna manera contenidos en los atributos, vienen de ellos, emergen de ellos; puesto que estaban implícitos en ellos desde su misma aparición. Cuando el conocedor se manifiesta, solo Él puede manifestar el conocimiento de forma que el buscador va desde lo que está externamente manifiesto en la existencia hasta lo que está oculto en ella; va del acto al atributo. El tawhid confirma que Allah es Uno y en consecuencia el buscador debe entender, con una profunda consciencia perceptiva, que Allah es Uno en Sus actos y en Sus atributos. Lo que ahora el buscador examina y prepara para comprender, lo verá pronto con una visión clara.
Shayj Ibn al-Habib dice en su Diwan:
“Te elevarás hasta los Nombres y beberás de su luz,
De forma que los atributos aparecerán sin velo alguno.”
DHAT 65
Dhat: Es la Esencia, la Esencia de Allah.
Allah es Uno. Antes de la creación del Universo, Allah ya era y no había nada con Él. Al oir esto, Imam Yunaid exclamó: “Es tal y como Él era”.
Allah es Uno en Sus actos, Sus atributos y Su esencia, de lo contrario no existiría tawhid. Al igual que los atributos son el origen de los actos, la esencia es el origen de los atributos. La esencia está presente en todos los niveles. Es erróneo acusar a los sufíes de pretender “conocer” la esencia por sí sola. Allah no puede ser dividido puesto que esto también destruiría el tawhid. Lo que reconocemos es que cada aspecto del ser tiene un modo propio en el cual puede ser comprendido y que estos modos son diferentes. El gnóstico busca un paradero para la “diferencia” que le garantice la percepción directa del Real. Es el secreto de la Esencia que se encuentra justo en el corazón mismo de la búsqueda gnóstica. Eso es lo que unifica los opuestos.
La doctrina no es panteísta puesto que el universo no tiene una realidad permanente, a pesar de ser el asiento de la realidad captada según el modo de lo en-el-tiempo. La doctrina tampoco es monista puesto que el esclavo es el esclavo y el Señor es el Señor, según el modo de lo en-el-tiempo. Si no hubiese en-el-tiempo no habría Señorío. La Unidad es la declaración de Allah en Su totalidad. Pero como Imam Yunaid ha señalado: “Cuando aparece lo más-allá-del-tiempo, lo en-el-tiempo desaparece en él.” Así, el significado de la Esencia se manifiesta desde la perfección de la aniquilación; pero recuérdese la guía del Shayj al-Kamil cuando dice:
“Reconoce en cada manifestación
La belleza de la Esencia.
Si no fuera por ella, la existencia del Existente
No se hubiera establecido.”
MA’RIFA 66
Ma’rifa: Gnosis.
Gnosis es el conocimiento en el que se basa todo conocimiento. Todos los conocimientos son hipotéticos aunque verificables en el terreno de la contingencia. Este conocimiento es real, aunque no demostrable. Los demás conocimientos no iluminan al conocedor, no eliminan su angustia, no le proporcionan un juicio aplicable a cada situación ni tampoco invisten su presencia de luz y esplendor. El hombre de estos conocimientos sigue teniendo necesidades y dependencia de la creación. El hombre de gnosis no tiene necesidad alguna excepto la dependencia de su Señor que es Quien le proporciona todo lo que necesita proveniente de la creación. Otros conocimientos carecen de base puesto que están construidos sin cimientos.
La gnosis es el conocimiento central, puesto que es conocimiento del yo. Es una prueba para aquél que conoce, y su gloria y supremacía sobre todos los demás. Por medio de éste, el que lo posee conoce el Universo, cómo está constituido y sus leyes subyacentes tanto en la acción como en sus cualidades y sus esencias. Su conocimiento del Universo es su propio auto-conocimiento, al tiempo que su conocimiento de su propio ser es directa percepción de su propia realidad original, de su identidad adámica. Todo lo que tiene viene de Allah. No ve cosa alguna sin al mismo tiempo ver a Allah en ella, antes y después de ella. En sus ojos y en su corazón sólo está Allah.
Quien ha conseguido esto ha conseguido el azufre rojo. Con él podrá transformar los corazones de los que acuden a él, puesto que su sola presencia es una guía y un recuerdo. Guía hacia Allah por Allah.
‘ISM AL-‘ADHAM 67
‘Ism al-’Adham: El Nombre Supremo.
Consiste en “ALLAH” repetido de una manera determinada conforme a la enseñanza del Camino Darqawi. Implica la prolongación del Nombre, la visualización en el corazón de las letras del Nombre en el primer maqam, quietud y suspensión del pensamiento. Todo esto debe hacerse con ‘idhn, con permiso de alguien autorizado para ello.
El Nombre conduce al buscador hasta el Nombrado. La recitación del Nombre se practica a solas y su culminación está en el aislamiento, el retiro de la cueva o del jalwa. En el primer maqamat el murid está guiado por el Shayj pero, una vez alcanzado cierto punto, debe seguir solo; a partir de ese momento el Shayj sigue de cerca al murid, aclarándole lo que sucede hasta que el asunto esté acabado, esto es, el testimonio directo del Señor de la creación. ‘Ilm al-laduni, conocimiento cara a cara.
Es el nombre de la Esencia y el más grande de los Nombres. Si de A-L-L-A-H, que es alif, lam, lam, ha, quitas el alif inicial, te queda lilah. Si quitas el primer lam, te quedas con lahu. Si luego quitas el segundo lam, te queda Hu –que es a su vez el Nombre de la Esencia: Huwa. A cada paso te encuentras con Allah.
Shayj al-’Alawi aconseja en su Diwan:
“Haz dhikr del Nombre Supremo y atraviesa el cosmos.
Conseguirás el botín.
Sumérgete en el mar de fuera-del-tiempo.
Ese es el mar de Allah.”
GHURBA 68
Ghurba: Exilio.
El hadiz declara: “La búsqueda de lo Real es un exilio.”
En el Diwan de Shayj Ibn al-Habib se dice:
“Mediante la invocación del dios del Trono
te convertirás en un zahid entre los hombres
Y aniquilarás el nafs que te retrasa en el viaje.”
En este verso se indica el maqam del anhelo intenso que, en última instancia y cuando llega el momento, que es el momento de Allah y ningún otro –y que no puede ser precipitado ni retrasado por hombre alguno– el buscador se ve obligado a separarse de todo lo que pudiera haberle tenido ocupado hasta entonces. En esta etapa debe desechar todo lo que para él constituye el mundo en el sentido de obligación, atracción, compromiso y acción. Abandonados sus compromisos externos está ya libre de entregarse a la culminación de su trabajo. Hasta que no sea completamente libre en su ruptura y por su ruptura, lo que sigue puede no tener resultados; y Allah es el mejor de los Jueces y el único Conocedor de los secretos.
En este asunto el murid acepta el consejo del Shayj, cumpliendo su mandato si es para el jalwa, o aceptando su demora y su guía incluso a pesar de que su pasión por la unión parezca abrumadora. Ahora más que nunca la confianza en el Shayj es absolutamente vital. Al final, todas las dudas sobre uno mismo deben colocarse ante el Shayj como una única y enorme duda. Es entonces cuando todo esto debe manifestarse como la convicción de que uno no puede llegar. Esta es la negación del ‘idhn del Shayj. La aceptación se convierte en la confirmación del yo en lo Real por lo Real.
Desde el principio el Shayj no ha sido más que un espejo. Esto nunca se entiende hasta la llegada. Acepta el exilio –es la sunna de la hiyra.
JALWA 69
Jalwa: Retiro.
Jalwa, retiro, es el abandono del mundo en el acto concentrado de la invocación del Nombre Supremo a fin de llegar a la visión de la Faz. Su guía es el Shayj. En este maqam deben obedecerse totalmente las palabras del Shayj Mawlay ‘Abd al-Qadir al-Yilani. La gente ignorante las cita equivocadamente, asumiendo que en ellas está implicado un falso control social del Shayj sobre el murid. Esto no es así. Dentro del contexto de este maqam, el Shayj dice:
“Sé con tu Shayj como el cadáver
En manos del que lo lava.”
En jalwa, todo el adab del sentarse bien, de la concentración y toda la ‘ubuda anterior, se pondrán al servicio del buscador. Pero nada será tan útil como una gran expectativa por su Señor, la confianza profunda en el poder y el esplendor de Aquel que puede cubrir tus malas cualidades con la pureza de las Suyas, y tu oscuridad con Su luz.
Shayj Abu’l Abbas al-Mursi, el Qutb, dijo: “Es difícil alcanzar al Shayj. Es fácil alcanzar a Allah.” Este es el secreto del jalwa y la puerta al éxito. Aférrate al Shayj y cuéntale todo lo que te ocurre con honestidad y cuidado. Sigue su guía hasta la última palabra tanto en su mandato como en su advertencia. Jalwa proviene de una palabra que significa zona salvaje o el amplio espacio abierto. Ciertamente, para el gnóstico es el abierto espacio del espacio abierto.
GHUZLA 69
Ghuzla: Retirada.
Después de jalwa, ghuzla. Ghuzla es el retiro que sigue al jalwa para fijar en el corazón los tremendos significados y los secretos que se han desbordado sobre el yo iluminado. A menudo el jalwa, por el poder de las tayalliyat que han descendido y por la fuerza de los significados que se han desbordado sobre el corazón, deja al gnóstico anonadado o suspenso en la embriaguez –una consecuencia del impacto de la aniquilación.
Ghuzla es una protección para el faqir ante lo que inevitablemente vendrá a continuación, pero Allah sabe más. En cualquier caso, asegura una comprensión clara de lo que ha sucedido, permitiendo que el gnóstico vuelva al mundo con humildad y con su secreto a salvo de la gente común.
Shayj Ibn ‘Ata-illah dice en su Hikam:
“Entierra tu existencia en la tierra de la oscuridad
puesto que todo lo que brota
sin haber sido antes enterrado
florece imperfectamente.”
Después del jalwa, todo el que pueda, debe practicar Ghuzla a menudo. Sus reglas son menos estrictas que las del encierro en jalwa, permitiéndose incluso algo de conversación, paseos en soledad y un estudio breve.
SIMSIMA 71
Simsima: Sésamo.
Shayj al-Akbar define simsima: “Gnosis que es demasiado sutil para expresarse.”
En la gnosis –en su sentido pleno de conocimiento de Allah y de Sus secretos– hay etapas de gran claridad y etapas de sutilezas. Los que han recorrido el camino anteriormente sólo han hecho alusión a los esbozos del viaje. Hay cosas que pueden decirse y otras que no. Los silencios de los gnósticos son más profundos en significados que sus propias palabras. En cuanto a lo escrito sólo son indicaciones, la mayoría en lenguaje cifrado, como encontramos en los grandes Diwanes.
El gnóstico encontrará y deberá ser consciente de gnosis que entran y se van; una vez idas ya se han ido, y ningún formalismo interno podrá atraparlas. No obstante han venido, y su venida, como ocurre con todas las gnosis, altera a quien las caza al vuelo. De esta manera el gnóstico se da cuenta de que los secretos del amor fluyen, y fluyen sin fin.
Rendirse a esta corriente de gnosis que fluye sobre el gnóstico es lo que permite descubrir que aún quedan grandes recompensas en reserva. “En el Jardín hay dátiles tan gigantescos que sólo el rodearlos llevaría un año de viaje y sin embargo, cuando se alarga la mano, se agarran y se comen.”
TAYALLI 72
Tayalli: Manifestaciones.
Aperturas de la visión de Su esclavo procedentes de Allah. Iluminaciones.
Las tayalliyat –a veces llamadas kashf– son desvelamientos que llegan al gnóstico cuando se traslada por el Malakut y las luces del Yabarut irrumpen sobre él. Como Shayj al-Akbar hizo notar, en realidad el Yabarut no es el reino superior sino el del medio, el barzaj o interespacio de luces que se encuentra entre la zona de formas ocultas y la zona de formas visibles al ojo externo. Esto se debe a que en la vida ordinaria, que es un sueño, no tenemos acceso a lo oculto, por lo cual el buscador se debe esforzar en apartarse de todo lo que es (visto como) otro que Allah. Pero esto es así a fin de poder contemplar toda la existencia en los dos mundos y ver a Allah con ello. Cuando el proyecto interno domina al externo, el mundo invisible se impone al visible.
La siguiente fase del trabajo consiste en emparejar lo interno y lo externo en su significación. Si no se hace así, uno se convierte en un batinista, es decir, el que niega lo externo y limita a Allah. Esta es la razón por la cual la última fase que precede a la iluminación es tan difícil sin guía, sino imposible. “No hay camino hacia la aniquilación en Allah si no es de la mano del Shayj, y la excepción no invalida la regla” dijo Shayj al-Hashimi de Damasco.
Cuando lo interno y lo externo se emparejan, es decir, cuando se igualan, dejan de ser opuestos y se aniquilan pues uno ya no domina sobre el otro. En esta fase las luces de los atributos emergen abiertamente. Cuando el reconocimiento hace amanecer la luz –emerge la gran luz de la Esencia. Las tayalli de la Esencia. El Rostro del Amado.
TAJALLI 73
Tajalli: Abandono.
Esta es la última derrota de dunia’, del mundo como ilusión. Una vez que el gnóstico ha saboreado las tayalliyat y bebido de sus luces, lo que antes tuvo importancia se vuelve pequeño ante sus ojos.
Después de un corto o largo período de desintoxicación provocada por el secreto del Decreto, el gnóstico comienza de nuevo a desear mayores desvelamientos y mayor iniciación en los secretos ya que ha contactado con su yo más íntimo, ahora que ha entrado en la “cámara de las audiencias” y puede hablar con el Amado. Como resultado, lo que le llega del mundo exterior disminuye en importancia a medida que los cofres de su propia interioridad muestran sus tesoros.
Debido a esta nueva aversión por la enseñanza desprovista de gnosis, el hombre de conocimiento opta por la renuncia. Sus frutos son sabiduría, facilidad de existencia, provisión que le llega por milagro, seguidores que le llegan sin buscarlos y amor por la creación, tanto humana como animal. Lejos de separarse del mundo, descubre que al igual que una vez buscó al mundo y éste le eludió –como observó nuestro Maestro Mawlay al-’Arabi– es ahora el mundo el que le busca y le encuentra. Pero él ve a su Señor en todo lo que hay, a cada cosa da lo que se merece, su corazón está libre.
AL-‘AMA 74
Al-’Ama: La Inmensa Niebla.
En Tirmidhi está el hadiz noble donde le preguntan al Mensajero: “¿Dónde estaba Allah antes de la creación del Universo?”. Respondió: “Estaba en el ‘Ama”. Dijo a continuación que no tenía arriba ni abajo. En otras palabras, era un no-espacio primordial en el no-tiempo. A Sayyidina ‘Ali, que Allah ennoblezca su rostro, le hicieron la misma pregunta y tras un largo silencio respondió: “Preguntar dónde estaba Allah es preguntar por un lugar. Ahora bien, Allah estaba –pero no había espacio. Luego creó el tiempo/espacio y Él es ahora como era antes del tiempo/espacio”.
Así pues, ‘Ama es una vaciedad en la que no hay formas, completamente hueca, vacía: la no-existencia. El vacío primordial. En una fase de la contemplación profunda de los gnósticos, en su camino hacia Allah, entran, si Allah quiere, en la inmensa niebla oscura de la no-diferenciación. Antes de la temporalidad. Shayj Ibn al-Habib aconseja:
“Oh tú que deseas la presencia de ser un testigo ocular
debes elevarte por encima del espíritu y las formas,
Y asirte al vacío original –y ser como si no fueras
¡Oh aniquilado!.
Verdaderamente verás un secreto cuyos significados
se han difundido en todas las épocas”.
MURAQABA 75
Muraqaba: Vigilancia.
La vigilancia comienza cuando el faqir es cauteloso con las acciones incorrectas del yo. Luego, la vigilancia se intensifica en una atención basada en fikr que impide a cualquier “otro” su entrada en la consciencia. Sin embargo, hay una etapa final de la vigilancia que es la cumbre de la gnosis. Incluye la dislocación de la consciencia que es la experiencia de la unidad.
Fijémonos de nuevo. En la primera etapa se establece un “observador” para observar lo externo y purificarlo. En la segunda, el “observador” observa al yo y sus engaños internos. De aquí surge una fase más profunda en la que se priva al “yo observador” de cosa o forma alguna que observar, ocupado como está únicamente en el acto de invocar el Nombre. Esto conduce al Vacío Original. A continuación el buscador se mueve entre los mundos, atrayendo lo sensorial y los significados hacia un equilibrio cada vez más cercano, cada vez más sutil. Cuando la luz comienza a manifestarse, sabes que tu no ves a Allah pero que Él si te ve. Ihsan.
Esto no es “monismo puro” ni cualquier otra postura filosófica simplista –es una situación que no puede expresarse de forma lineal ni formulada puesto que es sutil, dinámica y secreta.
El wird de este momento es el Wird as-Sahl.
Allahu ma’i.
Allahu nadhirun alayya
Allahu shahidun alayya.
66 veces.
MUSHAHADA 76
Mushahada: Testimonio.
Shayj al-Fayturi dijo:
“El secreto de la vigilancia es el testimonio”.
Shayj Ibn al-Habib dijo en su Diwan:
“El Misericordioso sólo puede ser visto en manifestaciones como el Trono, el Escabel, la Tabla de las formas o en el Arbol del Loto.”
Dijo también:
“Lo Real sólo se ve en manifestación, ya sea por un ángel o por un hombre mortal.
La manifestación primera es la Luz de Ahmad,
Que las más excelentes de las bendiciones desciendan sobre él eternamente”.
Continúa luego, y atiende a esto con sumo cuidado:
“Por él, lo Real llenó a todas las criaturas
Y a todo lo que es o a todo lo que ha sido.
Así, encuéntralo en el yo y en el horizonte
Y une eso a la percepción del Creador.
Y será esa visión la que compensará
todos los defectos del yo,
Del corazón y de lo oculto de lo oculto.
Así, el gnóstico pasa de las tayalillat de los Atributos
Al tayalli de la Esencia.
El final es visión directa de la Faz.”
Shayj Ibn al-Habib dice:
“La faz del Amado apareció y brilló en la aurora”.
WILAYAT 77
Wilayat: Amistad con Allah, aceptación.
Wilayat es la estación del wali’: Aquel que está asentado en el conocimiento.
Shayj Ibn al-Habib dijo en su Diwan:
“Te convertirás en uno que se sienta con Allah,
Sin ceremonia.
Y estarás a salvo de la duda,
Del shirk y de ‘lo otro’”.
Shayj Ibn ‘Ayiba dice acerca de esto: “Su fruto es la realización de la aniquilación en la Esencia tras la desaparición de lo sensorial. Lo que se fue jamás había tenido existencia y lo que queda nunca tiene fin”.
Ibrahim bin Adham dijo una vez a un hombre: “¿Quieres ser un wali?”. El hombre respondió: “Sí”. “Entonces no desees nada de este mundo ni del próximo. Dedícate a Allah, vuelve tu rostro hacia Él. Te tratará con amabilidad y te ayudará”.
FANA’ 78
Fana’: Aniquilación en Allah.
Shayj al-Akbar dice: “El esclavo ve con su acción que Allah preserva eso”.
Los tres estados de la aniquilación se perfilan en el Diwan de Shayj Ibn al-Habib:
“Así pues, la unidad de la acción aparece
Al comienzo del dhikr de Allah.
Y la unidad del atributo proviene del amor por Allah.
Y la unidad de Su esencia da continuidad en Allah”.
Es decir: aniquilación en el Acto; aniquilación en los Atributos; aniquilación en la Esencia.
Shayj al-’Alawi indica en su Diwan: “Tanto el Mulk como el Malakut y el Yabarut son atributos, y la Esencia Lo designa. Retírate de los Atributos y aniquílate en la esencia de la esencia. Estas son indicaciones cuyo fin conduce a Allah”.
Fana’ significa exactamente lo que dice. Es la muerte del significado basada en el cese de la acción de los atributos, incluso de la vida misma. Se llega a ella mediante el más sutil de los procesos de abandono de lo sensorial por medio del Nombre Supremo hasta que incluso el Nombre, el último contacto con la consciencia, también desaparece. Desde la profundidad del Vacío Original emergen los secretos y las luces. El buscador atravesará los cielos, cada uno con su propio color y significado. Luz sobre luz. Hasta el gran tayalli que revela el secreto e indica a Allah.
“El significado de la Esencia se manifestará
desde la perfección de la aniquilación,
de manera que tendrás continuidad;
¡Rico con Allah para el resto de tu vida!”.
BALA 79
Bala: Prueba.
Después de fana’ viene “bala”. Tras la aniquilación viene la prueba.
El impacto de la iluminación del gnóstico es tan devastador y consume de tal modo el locus del yo que es posible que su impacto haga perder el equilibrio de aquel que de ella vuelve. Puede llegar a imaginar que de algún modo, la totalidad de la experiencia es obra suya, y que ha habido algún logro en esto, y que el propio significado del desvelamiento se invertirá con el engaño del repentino retorno a lo sensorial. No obstante, el viajero logrará la victoria si se aferra a su propia incapacidad y si no pierde de vista la doctrina esencial: el esclavo es el esclavo y el Señor es el Señor. El asunto no acaba con fana’; aunque es su clímax y su llave.
Imam Yunaid ha advertido que el regalo que le sigue es “bala” cuyo propósito es purificar al esclavo en su nueva situación y ajustar la lente de su nueva visión. Para aquel que ha unido los opuestos en la visión se hace necesaria una reeducación que le permita vivificar estos significados mientras continúe actuando en lo sensorio.
Las pruebas sobre Su esclavo, son el regalo de Allah para su propia protección y recuperación. Allah es el Misericordioso y el Compasivo. Allah es el Cercano.
Inmediatamente después viene la primera prueba del amante: no rechazarle cuando El aparece en Su terrible Majestad.
BAQA’ 80
Baqa’: Continuidad. Continuidad en Allah.
Shayj al-Akbar dice: “El esclavo ve que Allah todo lo preserva”. Después de bala, baqa’. La palabra proviene de uno de los nombres de Allah, Al-Baqi’u, puesto que Él es el Siempre-Continuo. De esta manera el esclavo retorna a la esclavitud. En la sublime declaración de Shayj Ibn ‘Ata’Illah, se dice:
“Allahumma, ya que me has ordenado regresar a las cosas creadas devuélveme a ellas revestido de luces y con la guía de la visión interna para así poder retornar de éstas a Ti de la misma manera que regresé a Ti desde ellas, con mi secreto protegido a la hora de contemplarlas y mi himma elevada por encima de su dependencia. Porque ciertamente Tu tienes poder sobre todas las cosas”.
Esta es la declaración magistral sobre baqa’.
Baqa’ es el regreso a la esclavitud inicial, con lo externo como confirmación del comienzo, el Camino y la llegada; con el secreto escondido y el conocimiento envuelto en un talismán. El hombre de baqa’ es externamente esclavo, internamente libre, externamente oscuro, internamente iluminado, externamente sobrio, internamente ebrio. Es el barzaj de los dos océanos: la shari’at y la haqiqat.
La separación no le vela de la reunión y la reunión no le vela de la separación.
SHAQ 81
Shaq: Pulverización.
Shayj al-Akbar lo llama: “La desaparición de tu estructura a la fuerza”.
Mahq lo define como: “Tu aniquilación en Su fuente”. Significa destrucción.
Sa’iqa: relámpago. “Aniquilación en el tayalli divino”.
Estos tres términos constatan de diferentes maneras el suceso central de fana’ que no debe subestimarse puesto que el poder de Allah es inmenso y la aniquilación del centro de la experiencia, o sencillamente del locus, es algo demoledor, con lo cual vemos que estos tres términos no son exagerados sino exactos. Dentro de la profunda contemplación del gnóstico, cuando llega el momento y se le ordena moverse por un impulso interno del corazón, o, –en ese tiempo que es no-tiempo– el impacto de su ruptura de la barrera del tiempo es un relámpago que no puede eludirse. A pesar de ser descrito en estos términos, pulverización y destrucción, debe recordarse que Él, que es Al-’Aziz, es también Ar-Rahman.
En esta etapa lo que el amante anhela no es otra cosa que la muerte, acabar de una vez por todas con el oscuro yo y estar por fin presente, frente a frente con el Real. ‘Ilm al-laduni, conocimiento directo. Este es su precio pero ¡oh gnóstico!, recuerda que cuando vuelvas al mundo, eso fue tu realidad, así pues, qué otra cosa vas a hacer sino alabar al Real constantemente.
“Todos los que están en el mundo serán aniquilados.
Y sólo persiste la Faz de tu Señor,
El de la Majestad y los Regalos Generosos”.
NASUT 82
Nasut: La naturaleza humana.
Hemos llegado a la triada que designa la existencia a partir de la nueva posición de conocimiento en la que se sitúa el gnóstico. Antes de la gnosis el Universo estaba fuera de él –opuesto a él. En el secreto de su muraqaba, el gnóstico arrolló el Universo en su propio interior y fue aún más allá. Ha confirmado así la gran declaración del Shayj Sidi ‘Ali al-Yamal: “La existencia es tu separación y tú eres su reunión”. Desde su punto de vista ya no es posible hablar del cosmos como de algo externo. Nasut es un término que define al ser humano como una reunión cósmica. A partir de ahora el hombre es hombre/cosmos. El gnóstico es un hombre universal. Su cualidad humana reside en este aspecto englobador de su existencia. Ya no tiene una psicología y sin embargo sigue existiendo.
De igual manera tampoco el mundo tiene una cosmología puesto que el gnóstico conoce la realidad universal en su propia interioridad. Para él, viajar externamente en el espacio es una especie de ignorancia, si uno se embarca en esta empresa como tal, puesto que el viaje externo sirve para descubrir el yo, de la misma manera que ahora ya se ha dado cuenta de que el viaje interno sirvió para descubrir el acontecimiento cósmico.
Podemos decir por tanto que nasut es el primer elemento de una nueva triada de conocimiento; una forma de conocer la existencia en la cual el conocedor y su zona de investigación no son dos, ni tampoco están unidos, sino que son una realidad bilateral.
LAHUT 83
Lahut: Divinidad.
Este es el segundo término de la nueva serie. Define el alcance del poder y el dominio de Allah, y Su señorío –rububiyyat– sobre la existencia en su aspecto interno. Siendo lahut el dominio de los significados de Allah y el de las formas-origen –’ayn az-zabitah– también es el dominio del propio origen del gnóstico, y del origen de su origen. Así pues “reunión” –su concentración por el conocimiento– es la realidad en la que mora tanto su origen como el origen de las cosas, tanto las conocidas como las desconocidas. Aunque nada está oculto para él, sólo se le permite tener conocimientos de acuerdo con su capacidad y al regalo que tal capacidad supone. Esta es la prueba de su esclavitud y la de Su señorío.
Con todo, el gnóstico en su impotencia, nada en el océano del conocimiento y empuña la espada de la sabiduría. Es poderoso en su debilidad y sabio en su ignorancia. Está radiante y se le ha dado una lengua que procede de su propia humanidad y de su silencio. Lahut es su reunión y es el océano único de los secretos en el que no hay separación ni división.
RAHAMUT 84
Rahamut: La Fuente Original.
La Presencia de la Misericordia. Este es el tercer término. Tal como el segundo señalaba al gnóstico en su aspecto vuelto hacia su lahut, que está oculto y al mismo tiempo es el reino de todas las formas germinales, y por tanto de la suya propia, lo mismo debe haber un término en el cual, estos dos aspectos se unifiquen. Así, el manantial de donde mana el yo/cosmos es el secreto unificador que reúne la majestad y la belleza en la Unidad. Esta es la realidad de la compasión y la sutileza que todo lo penetra. En otras palabras, hemos sustituido un concepto de esencia por una gnosis de lo Real.
Solamente desde el Rahamut es desde donde el gnóstico que regresa puede declarar con pruebas directas traídas de su viaje, que el Señor compasivo no está separado de Su qadar –Su decreto– y del secreto que éste contiene. “Envío gente al Jardín y no me importa. Envío gente al Fuego y no me importa”.
En nasut, lahut y rahamut las gnosis están reunidas, las intuiciones se confirman y los dominios de los mundos desaparecen uno dentro del otro, son absorbidos, no durarán mucho.
Allah era y no había nada con Él. Es tal y como era.
MAHABBA 85
Mahabba: Amor.
El gnóstico está entrando en el amor en toda su plenitud. Su comienzo fue suluk, su mitad fue yadhb y fana’. Su final es baqa’.
Los secretos del amor fluyen continuamente. Procedentes del Amado, el gnóstico encuentra regalo tras regalo. Igual que cuando al comienzo de su asunto Allah, con Su compasión, corría el velo sobre sus acciones erróneas, ahora, el Señor desvela las luces y conocimientos del gnóstico para que las gentes se vuelvan hacia él del mismo modo que antes había sido él quien se apartaba de la gente. Allah hace que el amor que antaño fluía del corazón del faqir hacia los fuqara y las gentes que se esfuerzan, fluya ahora desde éstos hacia él. Tal como Él, entonces, le abrumó con baraka, igual lo sigue haciendo ahora, pero aún más.
Lo que antes juzgaba severamente en los demás, ahora lo perdona y en su corazón fluye la misericordia. Mientras antes ni siquiera podía guiar a la gente a la acción recta ni aun usando un buen consejo, ahora sin embargo, con una sola mirada es capaz de purificar los corazones de lo que les enferma. Antes, la unificación estaba en su interior, ahora se manifiesta en su exterior.
Hablando sobre esto, Shayj Ibn ‘Ata’Illah dice: “Las luces del sabio preceden a sus palabras de manera que, dondequiera que ocurra este “estar iluminado”, hasta allí llega la expresión”.
QURB 86
Qurb: Proximidad.
En su sublime e incomparable canción sobre “El Deseo de los Murids Caminantes y la Joya de los Viajeros Gnósticos”, su autor dice, definiendo la estación de Proximidad:
“La invocación del Amado nos ha vestido de belleza, esplendor, exaltación y alegría.
Al acercarnos, nos despedimos de toda moderación
Y proclamamos a Quien deseamos glorificar.
El Amado nos dio a beber un sorbo de amor
Que hizo que todo se desvaneciera excepto el propio Amado.
Vimos a los seres creados como partículas de polvo
Vimos aparecer abiertamente las luces.
Tras haber sido extinguidos y aniquilados
Por un vino dador-de-luz, regresamos a la creación.
Por un favor de Allah se nos dio continuidad
Y con paciencia ocultamos a Quien amamos.
Cuan a menudo nos hemos fijado en un caminante
hasta verle subir a las estaciones
De quienes se sumergen en los mares”.
En esta canción, Shayj Ibn al-Habib revela los regalos reservados para los que entran en la intimidad de la estación de proximidad. Es la estación de la “distancia de dos arcos”, un término entendido por los gnósticos como indicación de la cercanía y del encuentro cara a cara, el centro secreto de la Unidad misma. El que está en esta estación es ahora activo en lo interno igual que antes lo era en lo externo. Antes viajaba buscando a los amantes de Allah, ahora viaja internamente buscando regresar al Amado. La canción continúa:
“Nos ocupamos de algo en secreto, y así fue,
Aquel que elegimos por amante ha venido a nosotros”
TARAQQI 87
Taraqqi es elevación. Talaqqi es recibir.
Shayj al-Akbar define lo primero como: “Moverse en estados, estaciones y gnosis”. Y sobre el segundo término dice: “Tu acción de tomar lo que viene de Allah”.
El gnóstico no cesa en su viaje, pero ahora el viaje es en Allah, por Allah, con consciencia, gustando y bebiendo, con éxtasis, descubrimientos y desvelamiento tras desvelamiento, según la llamada y los regalos del Amado.
Es en estos estados donde el gnóstico, al fin, halla un deleite que antes no estaba entre las cosas que anhelaba o incluso deseaba; porque este deleite es un regalo de Allah cuya existencia ignoraba y que en verdad, pudo no haber conocido. No hay medios que lo indiquen ni medios que lo delimiten. Es conocido por los que lo conocen, y es el deleite de los que en ello se deleitan. Es un descubrimiento constante. Es una renovación constante. Un continuo y fresco testimonio de la belleza y una siempre renovada reverencia ante la majestad. Así es como le llega al gnóstico un tiempo en el que se da cuenta de que hasta el hombre, con toda su perversidad, intolerancia y crueldad, no es lo que él creía que era. El hombre es vasto, capaz de un estado ilimitado.
Esto produce en el gnóstico un nuevo anhelo y una nueva alegría: transmitir a los hijos de Adam las buenas nuevas y la advertencia, e invitar a la gente al camino del conocimiento de uno mismo, del testimonio y de los prodigios.
LISAN 88
Lisan: Lengua.
Shayj al-Akbar dice que es: “Aquello por lo que la elocuencia divina acontece en los oídos de los gnósticos”.
Para la gente de amor, los regalos de Allah fluyen incesantemente. El gnóstico decidido que es constante en su retorno a la cámara de audiencia del testimonio, encontrará que Allah honra a Sus esclavos tanto con Sus palabras como con Sus revelaciones. De esta manera Allah habla directamente y según las indicaciones expresadas en el Corán. El mismo adab que requiere la visión, que, sin ambigüedades, es el de la relación entre el Señor y el esclavo, es el que también requiere la audición.
A veces, a esto se le llama “quitarse las sandalias”, puesto que el esclavo se desprende de los dos mundos antes de hablar y escuchar al Amado. Lisan es un lugar, y ese lugar es una presencia –”hadrat ar-Rabbani”– la presencia del Señorío. Estas presencias y sus significados aumentan hasta que el gran gnóstico está muy pronto descifrando mensaje tras mensaje de su Amado. Así, lo que al principio sucede en la intimidad de jalwa y de ghuzla, pronto puede tener lugar en el patio y en el mercado.
Allah es el Oyente. Allah es el Hablante. Allah es el Señor del Universo.
Glorificado sea.
TAMKIN 89
Tamkin: Fijeza.
Shayj al-Akbar la define: “Para nosotros es ser firme en talwin. Se dice que es el estado de la gente que ha llegado”. Una vez que el gnóstico se encuentra asentado en su estación y, en ella, ha profundizado o enriquecido su gnosis con mucho retorno, y mucho beber del manantial, además del incremento de gracias, alabanzas, vigilia, atestiguamiento, y recepción de regalos, de los muchos que concede el Dador; cuando este vasto y tremendo ser, cuyos atributos humanos lentamente empiezan a desaparecer y desfallecer con el esplendor de su marcha, rica en Allah, entonces es cuando el gnóstico se asienta fijamente en su nuevo dinámico estado de recibir los regalos de su Señor. Es un estado permanente de receptividad, asentado en la aceptación de la generosidad abrumadora de un Señor cuya liberalidad y magnanimidad no conocen fin.
Es la claridad de los que persisten en reconocer a Allah en todo tipo de prueba o deleite que les llegue, reconociendo una sola verdad en todo ello. Para el que está en tamkin, esta vida dura solamente una hora –y la vasta temporalidad es absorbida en cada instante por el-más-allá-del-tiempo.
Gusta la fijeza del hombre de tamkin y te hará avanzar en el viaje hacia Allah.
Que Allah te lleve a esta noble estación y a sus regalos gloriosos.
Allahu Akbar.
TALWIN 90
Talwin: Cambio.
Shayj al-Akbar lo define: “El movimiento del esclavo en sus estados. Para la mayoría es la estación de disminución. Para nosotros es la más perfecta de las estaciones. El estado del esclavo en ella es el estado de la palabra de Allah ta’ala: “Cada día Él está manifestándose en un asunto diferente”.
Shayj ash-Shushtari dijo: “Mi meta en el amor es mantenerme en cambio”. El cambio es el secreto de Allah en la existencia, la estación del gran barzaj. Es sumisión completa. Es el maqam as-salat externamente y el maqam al-uns internamente. Oración en lo externo, intimidad en lo interno. Es el no mirar a la creación, a no ser para ver los secretos de Allah. Es el no mirar al yo, a no ser para ver los secretos de la creación. Es la condición del genuino desamparo en la estación de poder. Es la estación de ‘A’isha quien declaró: “Ojalá fuera una hoja de ese árbol”. Su realidad plena es estar en talwin con tamkin y su opuesto. Ambos forman una estación. Es lo que Rumi llamó la peonza que parece quieta para el que la contempla de lo rápido que gira.
Una vez que has alcanzado esto, has alcanzado los límites de lo alcanzable por el ser humano: formas parte de los elegidos de entre lo más selecto de la élite. La gente de este esplendor son una comunidad, algunos conocidos, otros ocultos.
AFRAD 91
Afrad: Individuos.
Son definidos así por el más grande de los maestros: “Designa a los hombres que están fuera de la jurisdicción del Qutb”.
Llegamos ahora a lo último que necesita ser conocido, o que se puede conocer, de la situación humana y el conocimiento desde la posición del Real, y las instrucciones del Real a los más eminentes; y todo esto conforme a los secretos desvelados en el Corán en la lengua del Mensajero, que Allah bendiga y le conceda paz.
Sabed que igual que las hormigas son naciones como nosotros, asimismo el hombre en su interior está organizado según una estructura y patrón que corresponden a la misma belleza divina y a la ordenación de formas y flujos. Sin embargo, dado que todo en la creación está en movimiento turbulento, este ordenamiento es tan poco estricto como lo es el número de pétalos en una flor. Hay una norma y hay diferencias.
Los Afrad son aquéllos que funcionan al margen de este despliegue divino de hombres eminentes y completos en gnosis y en poder. Los Afrad son los hombres que en su gloria no se encuentran bajo las obligaciones de la obediencia o del incondicional e irremediable reconocimiento del Hombre de la época. Nadie niega o puede negar a los Afrad aunque los Afrad sí que pueden negar al Qutb.
Shayj al-Fayturi dice en su Fayturiyya:
“Soy un individuo de la época,
Un esclavo sin interrupción”.
300 NUQABA 92
300 Nuqaba: Los Jefes.
Shayj al-Akbar dice: “Son los que sacan las cosas escondidas de los egos. Son trescientos”.
Son la gente que transforma a los humanos ignorantes en seres humanos, que llevan a la gente de la oscuridad al regalo de Allah, lo cual es Luz de Él y por Él, no de ellos o por ellos. Son la gente del azufre rojo –el oro del alquimista. Algunos transforman los corazones por medio de su arte y otros transforman el metal base en oro; otros hacen ambas cosas. Entre ellos hay reconocimiento y discreción. Hay adab y asombro ante las diferencias que Allah ha creado entre sus esclavos que conocen, y hay deleite en ello. Nada ni nadie puede apartarles de la estación del adab. El adab entre ellos es famoso. Su comunicación es de una sutileza tan fina que a menudo pasa desapercibida. Algunos están escondidos en los desiertos en pobreza y necesidad. Otros están colocados ante los hombres para que todo el mundo les vea.
Y sin embargo todos los Nuqaba se solazan en la visión de Allah, como se solazan los grandes leones de mar, que son su alegoría, entre la tierra y el océano, tomando el sol, a la orilla del mar. Todos comparten el mismo dhikr:
¡Hu! ¡Hu! ¡Hu!
40 NUYABA 93
40 Nuyaba: Los Nobles.
De entre los Nuqaba hay cuarenta nobles. Shayj al-Akbar dice acerca de ellos: “Son cuarenta. Están ocupados con la escucha de las aflicciones de la creación y sólo se ponen en movimiento por los derechos de otro”.
En esto has de ver la compasión del Señor por su creación. Nuestro Mensajero Muhammad, el primero de los gnósticos, que Allah bendiga y le conceda paz, dijo: “Siempre habrá cuarenta de mi gente de la misma naturaleza de Ibrahim”.
El núcleo interno de los Nuqaba está caracterizado por su preocupación y su humilde servicio a los demás. Son los sirvientes de los pobres. Son estrictos en copiar la sunna del Mensajero e imitar su amor profundo por los masakin, los desvalidos y los afligidos.
El signo por el que se les reconoce es su absoluta confianza en la súplica, por encima incluso de cualquier tipo de ‘ibada; y esto es su sunna, su dhikr y su observancia. Por ella viven y por ella ayudan.
Algunos moran en una aleya, otros lo hacen en una sura y otros nadan en el Corán. Algunos viven únicamente en los secretos del Fatihah.
7 ABDAL 94
7 Abdal: Los Sustitutos.
Shayj al-Akbar dice: “Son siete. Cualquiera que es capaz de viajar de un lugar a otro dejando su cuerpo en su forma, de manera que nadie se aperciba de su marcha, ése es un badl y no otro. El abdal está modelado según el corazón de Ibrahim, la paz sea con él”.
Al declarar la elevada estación de los abdal, Shayj Ibn al-Habib dice:
“El Camino de los Abdal dedicados a Allah es hambre, vigilia, silencio, aislamiento y dhikr”.
Esta es una declaración confirmada por todos los grandes awliya.
Así como la gente corriente habla sin cesar de los milagros –algo normal para los salihun– el conocimiento y la identificación de los abdal y de los que están aún más allá, es algo que se habla e incluso se niega por los sadiqun. Pero no hay duda. Están ahí. Aquí y allí.
Son para el cosmos lo que el corazón es para el cuerpo. Si muriesen, moriría el cuerpo, puesto que son su vida y su significado. No es que carezcamos de noticias sobre ellos. Las hay, pero provienen de los verídicos, son de los verídicos y están en el lenguaje de la Verdad; no vienen del ignorante en la lengua del chismorreo. Los abdal –ni siquiera ellos indican el límite de la capacidad espiritual.
4 AWTAD 95
4 Awtad: Los Cuatro Pilares.
Son los cuatro pilares o puntos de apoyo sacados de entre los abdal.
Shayj al-Akbar dice de ellos:
“Designa a los cuatro hombres cuyos estadios coinciden con los estadios de los cuatro pilares. Si hay un este, oeste, norte y sur del mundo, cada uno de los awtad tiene una estación en esa dirección”.
Este es el núcleo de la sabiduría sufí. Son cuatro, y cuando uno muere otro viene a ocupar su lugar. Son conocidos. Yo confirmo que no sólo son los soportes del globo terrestre sino que en el No-Visto son los soportes de la Ka’aba, de la misma Casa de Allah. Puesto que la Casa, es la Casa de Allah en lo externo, pero en lo interno la casa de Allah es el corazón, o los corazones de los creyentes. Allahu ‘alim.
2 IMAMS 96
2 Imams.
Shayj al-Akbar dice: “Son dos individuos. Uno de ellos está a la derecha del Ghawz y su jurisdicción está en el Malakut. El otro está a su izquierda y su jurisdicción está en el Mulk. Es más elevado que su compañero. Él es quien sucederá al Ghawz”.
Fíjate en la perfección del diseño de la cara oculta de las cosas al igual que ves la perfección en el lado visible de las mismas. “No encontrarás ninguna imperfección en la creación de Allah”. Aquí, cada uno de los dos gobernantes de las realidades espirituales domina un aspecto. Por lo tanto, uno tiene una tarea y el otro, otra.
El reconocimiento es confirmación y el no-reconocimiento no es una prueba en su contra.
Si no has percibido el modelo con el que Su belleza da forma a lo externo nunca podrás reconocerlo en lo interno. No hay diferencia. Cada uno de los mundos es opuesto al otro. La zona de lo humano yace entre los dos mundos de manera que mientras uno de sus aspectos es visible y se puede analizar, el otro está oculto y sólo se puede reconocer por medio de las ciencias de los que conocen este Camino. Y Allah es el único Conocedor.
QUTB 97
Qutb: El Eje. El Polo.
Y de entre estos dos, es uno. Es el Qutb. Shayj al-Akbar dice: “Es el Ghawz. Designa aquél que es el lugar por donde Allah contempla el mundo en cada época. Está modelado según el corazón de Israfil, que la paz sea con él”.
El Sultán de los Amantes declaró:
“Por lo tanto los cielos giran en torno a mí y se maravillan luego ante su Qutb que les abarca a ellos a pesar de ser al mismo tiempo un punto central”.
El mundo gira a su alrededor, el Universo de estrellas toma su lugar y significado de su sublime centralidad de quietud y adoración. Para él sólo es manifiesta la sublimidad de Allah. Su lengua sólo habla de la sabiduría y del poder de Allah. Glorifica a Allah en toda situación.
Él declaró:
“La relación del Sello y de los Polos con respecto a su Luz
Es la de una gota de agua frente a océanos de luz y de frescura”.
Aquí, Shayj Ibn al-Habib, el Polo de su época, indicaba la relación entre estos sublimes gnósticos y la luz del Mensajero Muhammad.
El Shayj confirmó asimismo la declaración de la Mashishiyya:
“Oh Allah, él es Tu Secreto que todo lo abarca,
Guiando a Ti, por Ti;
Y Tu más poderoso velo que se extiende delante de Ti”.
SUKUN 98
Sukun: Quietud.
Es el signo gramatical que indica que no sigue una vocal a una consonante, o sea, el silencio. Este es el corazón del Qutb. Existen por supuesto los aqtab y el Qutb. Es decir, están de una parte los que han alcanzado la estación de sukun; y luego está el que se encuentra por encima de todos los de su época. y según lo expresa Shayj Ibn al-Habib, “lo sepan o no lo sepan”. Si un hombre dice que es un qutb, es un qutb. Pero el Qutb de los aqtab tiene una corte como la de un rey y una jurisdicción también como la de un rey, aunque ésta sea de realidades espirituales en vez de terrenales. Es el que es generoso con su secreto.
Este sukun, esta quietud no es un estado sino la propia condición del Qutb, quietud que le llena tanto en el yijad como en la contemplación. Su corazón puede que lata rápidamente, puede saborear la excitación de la batalla, pero su quietud le gobierna y bebe de la visión de la Faz y glorifica a Allah. ¡Oh qué alabanza y qué glorificación pueden brotar del corazón de un hombre!.
Negar al Qutb es negar tu propia capacidad de ser el centro de los secretos de la existencia. Es la marca de la ignorancia así como el reconocimiento de todos en general y cada uno en particular; es la señal de sus luces y de sus gnosis. Que Allah nos dé amor por los awliyya de Allah y su élite. Amin.
El Sultán de los Amantes dijo:
“Por tanto, lucha contigo mismo
a fin de poder ver en ti y desde ti,
una paz que va más allá de lo que he descrito
una serenidad nacida del vacío”.
TAYRID 99
Tayrid: Despojarse.
Al hombre perfecto y completo no se le reconoce a no ser que lo veas en su confirmación referida a los comienzos. Es la voz de los comienzos así como el secreto de los finales. La sencillez de su enseñanza es la profundidad de su conocimiento. Su realidad es ésta por su llamar al tayrid ya que este es el Camino y siempre ha sido el Camino y no hay nueva jurisdicción en lo oculto como tampoco hay nueva jurisdicción en lo manifiesto. Con respecto a este asunto Sidi ‘Ali al-Yamal dice:
“El zahid en este mundo es el que reconoce a Allah en su retirada y en su avance”.
Por lo tanto decimos que la gente de este noble Camino estará siempre marcada por el carácter noble de quien es su guía y su Luz, el Mensajero Muhammad, que Allah bendiga y le conceda la paz en número tan grande como las cosas creadas. Por esta razón quien está en este Camino se llama faqir desde el principio hasta el final.
Si con este Camino lo que buscas es poder, renombre o recompensa de los hombres, has de saber que este camino no tiene nada para ti excepto pesares. Si te pones en camino buscando el Rostro de Allah, has de saber que Allah es el Que responde a nuestros ruegos y que Su misericordia está más allá de la nuestra, incluso más allá de nuestra comprensión de lo que es misericordia. El Camino es pura compasión desde el principio hasta el fin. Quien lo sabe está contento con el tayrid y será rico en ello; será un rey aún cuando Allah le vista de andrajos, y seguirá siendo un faqir aunque Allah le vista con el ropaje de un rey. Todo rey muere como un faqir, mientras que todo faqir muere como un rey.
KAMAL 100
Kamal: Perfecto.
El Hombre Perfecto no lo es sino por el hecho de que su gnosis es perfecta y por ella su vida está preservada por Allah. Al preguntársele si tal hombre está a salvo de cometer acciones incorrectas, Imam Yunaid dio esta profunda respuesta:
“El mandato de Allah es un decreto determinado”. (Corán, 33:38).
El Sultán de los Amantes dijo del perfecto:
“Mi encuentro es mi separación,
Y mi cercanía es mi lejanía;
y mi cariño es mi aversión
Y mi final es mi comienzo”.
Shayj Ibn ‘Ata’Illah dijo del Hombre Perfecto:
“Bebe y aumenta en sobriedad. Está ausente y aumenta en presencia. Su reunión no le vela de su separación ni su separación le vela de su reunión. Su aniquilación no le aparta de su continuidad ni su continuación le aparta de su aniquilación. Actúa rectamente con todo el mundo y da a cada uno lo que se merece”.
Esta es la posibilidad de la criatura humana. Esta es la posibilidad del que posee un núcleo interno. Reconoce tu perfección desde el lugar de reconocimiento. La alabanza pertenece a Allah tanto al principio como al final. No hay fuerza ni poder excepto por Allah, el Ensalzado, el Inmenso.
EL TESORO DE LAS VERDADES
“Oh Allah bendice y concede paz a nuestro Señor y Maestro Muhammad, la primera de las Luces que emanan de los océanos de la sublimidad de la Esencia. Con cada una de Tus perfecciones en todas Tus tayalliyat en los dos mundos –el oculto y el visible– él es el que realiza los significados de los Nombres y de los Atributos. Él es el primero en alabar y adorar con todo tipo de adoración y buena acción. Él es el que ayuda a todos los seres creados en el mundo de las formas y en el mundo de los espíritus. Bendiciones sean sobre su familia y sus compañeros con una bendición tal, que alce ante nosotros el velo de su noble rostro en las visiones y en la vigilia; y que él nos dé conocimiento de Ti y de él mismo en todos los rangos y presencias. Sé clemente con nosotros, oh Mawlana, por su rango, en el movimiento y en la quietud, en miradas y en pensamientos”.