Al Muwatta. Libro sobre El Coran

Al Muwatta. Libro sobre El Coran


15.2 Autorización para recitar el Qur’an sin estar en Wudu

15.3 Acerca de la división del Qur’an en secciones (Hizbs)

15.4 Acerca del Qur’an

15.5 La postración del Qur’an

15.6 Acerca de recitar el Surat al-Ijlas y el Surat al-Mulk

15.7 Dhikr (Recuerdo) de Allah, el Bendito y Exaltado

15.8 Du’a (Suplica)

15.9 Hacer Du’a

15.10 Prohibición de rezar después de Subh y después de Asr



15.1 El mandato de estar en Wudu para tocar el Qur’an

1
Yahya me relató de Malik, de Abdullah ibn Abi Bakr ibn Hazim, que en una carta que el Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, envió a Amr ibn Hazim, le decía que nadie debe tocar el Qur’an sin estar puro.
Malik dijo: «Nadie debe llevar el Qur’an sujeto por su cinta, o encima de un cojín, sin estar puro. Si fuera permisible hacer esto, también habría sido permisible llevarlo por las pastas. Esto no es porque haya algo en las manos de quien lo lleva que manche el Qur’an sin estar puro, por respeto hacia el Qur’an, y a fin de honrarlo.»
Malik dijo: «La mejor cosa que yo he oído acerca de esto es el Ayat:
Nadie lo tocara, excepto los purificados. (Sura 56, ayat 79). Este ayat está al mismo nivel que el ayat del Surat Abasa (Sura 80), en el cual Allah, el Bendito, el Exaltado, dice: No, esto es un recordatorio, y quien quiera lo recordará. Sobre paginas honorables, exaltadas y purificadas, por las manos de escribas, nobles y obedientes.»

15.2 Autorización para recitar el Qur’an sin estar en Wudu

2
Yahya me relató de Malik, de Ayyub ibn Abi Tamima as-Sajtayani, de Muhammad ibn Sirin, que Umar ibn al-Jattab estaba con alguna gente que estaban recitando Qur’an. Salió a hacer sus necesidades y después regresó y recitó Qur’an. Uno de los hombres le dijo: «Amir al-muminin, ¿estas recitando Qur’an sin estar en wudu?» Umar le respondió: «¿Quién te ha dado un veredicto acerca de esto? ¿Fue acaso Musaylima?»* *Musaylima: el falso profeta que fue derrotado y matado por los musulmanes durante el califato de AbuBakr.

15.3 Acerca de la división del Qur’an en secciones (Hizbs)

3
Yahya me relató de Malik, de Dawud ibn al-Husayn, de al-Aray, de Abd ar-Rahman ibn Abd al-Qari, que Umar ibn al-Jattab dijo: «Quién pierda la recitación de su Hizb durante la noche y lo recite desde que el sol ha pasado el meridiano hasta la oración de Dhuhr, no lo ha perdido, o es como si lo hubiera hecho (de noche).»

4
Yahya me relató de Malik, que Yahya ibn Sa’id dijo: «Una vez Muhammad ibn Yahya ibn Habban estabamos sentados y Muhammad llamó a un hombre y le dijo: «Dime qué has oído de tu padre.» El hombre le respondió que su padre le había dicho que él fue a Zayd ibn Zabit y le preguntó: «¿Qué piensas de recitar el Qur’an en entero en siete días?» Zayd dijo: «Eso es bueno, pero yo prefiero recitarlo en dos semanas, o diez días. Preguntamé por qué es es esto.» El dijo: «Entonces te lo pregunto.» Zayd dijo: «Para poder reflexionar y detenerme en él.»

15.4 Acerca del Qur’an

5
Yahya me relató de Malik, de Ibn Shihab, de Urwa ibn az-Zubay, que Abd ar-Rahman ibn Abd al-Qari dijo que él había oído a Umar ibn al-Jattab decir: «Yo oí a Hisham ibn Hakim ibn Hizam recitar el Surat al-Furqan ( Sura 25) de un modo diferente a como yo lo hacia, y había sido el Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, quien me lo había recitado a mí. Estuve a punto de lanzarme a por él pero le concedí un respiro hasta que hubo terminado su oración. Entonces lo agarré por su capa y lo llevé ante el Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, y dije: «Mensajero de Allah, he oído a este hombre recitar Surat al-Furqan de un modo diferente de como tu me lo recitaste a mí.»
El Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, dijo:
«Sueltalé.» Después dijo: «Recita, Hisham,» y Hisham recitó tal y como yo le había oído recitar. El Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, dijo: «Descendió así.» Entonces me dijo a mi: «Recita,» y yo recité al Sura. El, que Allah le bendiga y le conceda paz, dijo:
«Descendió así. Este Qur’an descendió de siete maneras (diferentes), por tanto recitarlo de la manera que os sea más fácil.»

6
Yahya me relató de Malik, de Nafi, de Abdullah ibn Umar, que el Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, dijo: «Un hombre que conoce bien el Qur’an es como un hombre que tienen un camello atado. Si lo cuida, lo conserva, y si lo deja suelto se le marcha.»

7
Yahya me relató de Malik, de Hisham ibn Urwa, de su padre, de A’isha, la esposa del Profeta, que Allah le bendiga y le conceda paz, que al-Hariz ibn Hisham le preguntó al Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz: «¿Cómo viene a ti la revelación?» Y el Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, dijo: «A veces viene a mi como el repique de una campana, y eso es lo más duro para mi, y cuando se marcha recuerdo lo que ha dicho. Y a veces el ángel se me aparece con la semejanza de un hombre y me habla y yo recuerdo lo que dice.» A’isha añadió: «Yo la vi descender sobre él en un día frío intenso, y cuando le abandonó su frente estaba goteando sudor.»

8
Yahya me relató de Malik, de Hisham ibn Urwa que su padre dijo que Abasa (Sura 80) fue hecho descender acerca de Abdullah ibn Umm Maktum. El vino al Profeta, que Allah le bendiga y le conceda paz, y empezó a decir: «Oh Muhammad, muéstrame un lugar cerca de ti (donde me pueda sentar),» en el momento en que uno de los jefes de los adoradores de idolos estaba en audiencia con el Profeta, que Allah le bendiga y le conceda paz. El Profeta, que Allah le bendiga y le conceda paz, empezó a apartarse de él y a prestar su atención al otro hombre y le dijo: «Padre de fulano, ¿encuentras algún mal en lo que te estoy diciendo?» y él dijo: «No, por la sangre (de nuestros sacrificios), no veo mal alguno en lo que estas diciendo.» Y Abasa, «Frunció el ceño y se apartó cuando vino el ciego», descendió.

9
Yahya me relató de Malik, de Zayd ibn Aslam, de su padre, que el Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, estaba en uno de sus viajes, y una noche Umar ibn al-jattab, que estaba viajando con él, le preguntó acerca de algo, pero no le respondió. Le volvió a preguntar, pero él no le respondió. Después le volvió a preguntar, y una vez más no le respondió. Umar dijo: «Que tu madre sea despojada de ti, Umar. Tres veces has importunado al Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, con una pregunta que él no te ha respondió ninguna de las tres.»
Umar continuó: «Puse mi camello en marcha hasta que cuando estaba delante de la gente, temí que se había hecho descender una porción del Qur’an acerca de mi. No había pasado mucho tiempo cuando oí a alguien que gritaba llamandome, y yo dije que temía que hubiera descendido una porción del Qur’an acerca de mi.» Umar continuó: «Fui ante el Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, y dije: «La paz sea contigo,» y él dijo: «Se me ha hecho descender un Sura esta noche que me es más querido que cosa alguna sobre la que el sol sale.» Entonces recitó al-Fath (Sura 48).

10
Yahya me relató de Malik, de Yahya ibn Sa’id, de Muhammad ibn Ibrahim ibn al-Hariz at-Taymi, de Abu Salama ibn Abd ar-Rahman, que Abu Sa’id dijo que él había oído al Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, decir: «Aparecerá entre vosotros un grupo de gente cuya oración, ayuno y acciones os haran considerar insignificantes vuestra propia oración, ayuno y acciones. Recitarán Qur’an, pero este no pasará de sus gargantas, y pasarán por el Din como una flecha pasa a traves de la presa. Miras a la punta de la flecha y no ves nada, y miras el astil y no ves nada, y miras a las plumas y no ves nada. Incluso dudas acerca de la mella (del final de la flecha).»

11
Yahya me relató de Malik que él había oído que le había llevado a Abdullah ibn Umar ocho años aprender el Surat al-Baqara (Sura 2).

15.5 La postración del Qur’an

12
Yahya me relató de Malik, de Abdullah ibn Yazid, mawla de al-Aswad ibn Sufyan, de Abu Salama ibn Abd ar-Rahman, que Abu Hurayra les recitó al-Inshiqaq (Sura 84) y se postró en él. Cuando terminó les dijo que el Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, se había postrado en él.

13
Yahya me relató de Malik, de Nafi, mawla de Ibn Umar, que un hombre de Egipto le dijo que Umar ibn al-Jattab recitó el Surat al-Hayy (Sura 22) y se postró dos veces en él, y después dijo: «A este Sura se le ha dado una preferencia especial por contener dos postraciones.»

14
Yahya me relató de Malik, que Abdullah ibn Dinar dijo: «Yo vi a Abdullah ibn Umar postrarse dos veces en Surat al-Hayy (Sura 22).»

15
Yahya me relató de Malik, de Ibn Shihab, de al-A’ray, que Umar ibn al-Jattab recitó el Surat an-Naym (Sura 53) y se postró en él, y después se levantó y recitó otro Sura.

16
Yahya me relató de Malik, de Hisham ibn Urwa, de su padre, que Umar ibn al-Jattab recitó una vez un trozo de Qur’an que requiere postración, cuando se encontraba en el mimbar, en el día del Yumu’a, y se bajó y se postró, y todo el mundo se postró con él. Después lo volvió a recitar el
Yumu’a siguiente y todo el mundo se disponía a postrarse, pero él dijo:
«¡Tranquilos! Allah no le ha hecho obligatorio para nosotros, a no ser que nosotros queramos.» Y no se postró, y les impidió que se postraran. Malik dijo: «El Imam no baja y se postra cuando recita un fragmento del Qur’an que requiere postración estando en el mimbar.» Malik dijo: «La prácitca entre nosotros es que hay once postraciones prescritas en el Qur’an, y ninguna de ellas está en los Mufassal.» Malik dijo: «Nadie debe recitar ninguna de las partes del Qur’an que requieren postración después de las oraciones de Subh y de Asr. Esto es porque el Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, prohibió la oración después de Subh, hasta que el sol hubiera salido, y despues de Asr, hasta que el sol se hubiera puesto; y las postraciones son parte de la oración. De modo que nadie debe recitar ninguna parte del Qur’an que requiere una postración durante estos dos periodos de tiempo.»
Le preguntaron a Malik si podía una mujer menstruante postrarse cuando oía a alguien recitar un pasaje del Qur’an que requiere postración, y él dijo: «Ni un hombre ni una mujer deben postración a menos que estén ritualmente puros.»
Le preguntaron a Malik si un hombre que estaba en la compañía de una mujer que estaba recitando un pasaje del Qur’an que requería postración, debía postrarse con ella, y él dijo: «No tiene que postrarse con ella. La postración sólo es obligatoria para la gente que está con un hombre que les dirige. El recita el pasaje del Qur’an y ellos se postran con él. Alguien que oye recitar una parte del Qur’an que requiere postración a un hombre que no le está dirigiendo a él en la oración no tiene que hacer postración.»

15.6 Acerca de recitar el Surat al-Ijlas y el Surat al-Mulk

17
Yahya me relató de Malik, de Abd ar-Rahman ibn Abdullah ibn Sasa’a, de su padre, que Abu Sa’id al-Judri oyó a un hombre recitar el Surat al-Ijlas (Sura 112), repitiéndolo una y otra vez. Por la mañana fue al Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, y se lo mencionó, como si le pareciera algo de poca importancia. El Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, dijo: «Por Aquél en cuya mano está mi ser, equivale a un tercio del Qur’an.»

18
Yahya me relató de Malik, de Ubaydullah ibn Abd ar-Rahman, que Ubayd ibn Hunayn, mawla de la familiade Zayd ibn al-Jattab, dijo que él había oído a Abu Hurayra decir: «Yo iba junto al Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, cuando él oyó a un hombre recitar el Surat al-Ijlas (Sura 112). El Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, dijo: «Es obligatorio,» y yo le pregunté: «Lo qué, Mensajero de Allah?» y él dijo: «El Jardín.» Yo quise comunicarle al hombre las buenas noticias pero temí perder la comida de mediodía con el Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, y preferí comer con el Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz. Cuando después fui a ver al hombre me encontré con que ya se había ido.»

19
Yahya me relató de Malik, de Ibn Shihab, que Humayd ibn Abd ar-Rahman ibn Awf le había dicho que el Surat al-Ijlas (Sura 112) equivalía a un tercio del Qur’an, y que el Surat al-Mulk (Sura 67) abogaba por quien lo poseía.

15.7 Dhikr (Recuerdo) de Allah, el Bendito y Exaltado

20
Yahya me relató de Malik, de Sumayy, mawla de Abu Bakr, de Abu Salih as-Samman, de Abu Hurayra, que el Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, dijo: «Quien diga: «No hay dios excepto Allah, sólo, sin asociado. El reino y la alabanza le pertenecen a El, y El tiene poder sobre todas las cosas» (La ilaha ila’llah, wah’dahu la sharika’lah. Lahu’l mulku wa lahu’l hamd, wa huwa ala kulli shay’in qadir.) cien veces en un día, es para él lo mismo que si hubiera liberado a diez esclavos. Cien acciones buenas se le escriben, y cien acciones equivocadas se le borran, y es una protección contra Shaytan durante ese día hasta la noche. Nadie hace nada que sea más excelente que lo que él hace, excepto uno que haga más que eso.»

21
Yahya me relató de Malik, de Sumayy, mawla de Abu Bakr, de Abu Salih as-Samman, de Abu Hurayra, que el Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, dijo: «A quien diga: «Gloria a Allah y con Su alabanza» (Subhana’llahi wa bi’hamdihi) cien veces en un día, sus acciones equivocadas le serán retiradas, aún cuando fueran tan abundantes como la espuma del mar.»

22
Yahya me relató de Malik, de Abu Ubayd, mawla de Sulayman ibn Abd al-Malik, de Ata ibn Yazid al-Layzy,que Abu Hurayra dijo: «Quien diga «Gloria a Allah» (Subhana’llah) treinta y tres veces y «Allah es más grande» (Allahu Akbar) treinta y tres veces y «la alabanza le pertenece a Allah» (Al’hamdu li’llahi) treinta y tres veces, y selle el centenar con: «No hay más dios que Allah, sólo, sin compañero. El Reino y la Alabanza le pertenecen, y El tiene poder sobre todas las cosas» (La ilaha ila’llah, wah’dahu la sharika’lah. Lahu’l mulku wa lahu’l hamdu wa huwa ala kulli shay’in qadir.) despu’es de cada oración, se le perdonarán sus acciones equivocadas aún cuando sean tan abundantes como la espuma del mar.»

23
Yahya me relató de Malik que Umara ibn Sayyad había oído a Sa’id ibn al-Musayyab decir que eran buenas acciones duraderas que el esclavo diga: «Allah es más grande» (Allahu Akbar) y «Gloria a Allah ( Subhana’llah) y «No hay dios sino Allah y no hay poder ni fuerza excepto por Allah» (La ilaha ila’llah wa la hawla wa la quwwata illa bi’llah).

24
Yahya me relató de Malik que Ziyad ibn Abi Ziyad dijo que Abu Darda había dicho: «No queréis que os diga la mejor de vuestras acciones, y las que os darán él rango más alto, y las más puras ante vuestro Rey, y que son mejores para vosotros que dar oro y plata, y mejores para vosotros que encontraros con vuestro enemigo y golpearles en sus cuellos?» Dijeron: «Por supuesto.» El dijo: «El recuerdo (dhikr) de Allah ta’ala.»

25
Malik me relató de Nu’aym ibn Abdullah ibn al-Muymir, de Ali ibn Yahya az-Zuraqi, de su padre, que Rifa’a ibn Rafi dijo: «Un día estabamos rezando detrás el Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, cuando el Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, levantó la cabeza del ruku y dijo: «Allah escucha a quien la alaba» Sami Allahu liman hamidah.
Un hombre detrás de él dijo: «Señor nuestro la alabanza te pertenece, alabanza abundante, pura y bendecida»
Rabbana wa laka’l hamdu, kaziran, tayiban, mubarakan fihi.
Cuando el Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, hubo terminado, dijo: «¿Quién era el que hablaba ahora mismo?» El hombre dijo: «Era yo, Mensajero de Allah.» Y el Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, dijo: «Vi a más de trienta ángeles lanzarse a por ello para ver cual de ellos lo apuntaba primero.»

15.8 Du’a (Suplica)

26
Yahya me relató de Malik, de Abu’z Zinad, de al-Aray, de Abu Hurayra, que el Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, dijo:
«A todo profeta se le ha dado una suplica (du’a), y yo deseo preservar mis du’as como una intercesión para mi comunidad en el mundo venidero.»

27
Yahya me relató de Malik, de Yahya ibn Sa’id, que él había oído que el Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, solía decir el siguiente du’a: «Oh Allah, Tu eres Quien hace el alba rayar, y Quien hace de la noche un tiempo de descanso, y pones al sol y a la luna como cómputo. Liberame de la deuda y enriqueceme de la pobreza, y permiteme disfrutar de mi oído, de mi vista y de mi fuerza en Tu camino.»
Allahumma faliqa’l isbah,
wa ya ila’l layli sakana,
wa’sh shamsi wal qamara husbana.
Iqda anniy ad-dayna, wa g’nani minal farq.
Na’m ti aniybi sami’i wa basari,
wa quwawati fi sabilik.

28
Yahya me relató de Malik de Abu’z Zinad, de al-Aray, de Abu Hurayra, que el Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, dijo:
«Cuando hagáis du’a no digáis: «Oh Allah, perdoname si quieres. Oh Allah, perdoname si quieres.» Debéis ser firmes en vuestra petición, pues no hay posible imposición para El.»

29
Yahya me relató de Malik, de Ibn Shihab, de Abu Ubayd, mawla de Ibn Azhar, de Abu Hurayra, que el Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, dijo: «Se os responderá siempre que no seáis impacientes y digáis: «He hecho un du’a y no se me ha respondido.»

30
Yahya me relató de Malik, de Ibn Shihab, de Abu Abdullah al-Agharr y de Abu Salama, de Abu Hurayra, que el Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, dijo: «Nuestro Señor, el Bendito y Exaltado, desciende todas las noches al cielo de este mundo, cuando el último tercio de la noche aún no ha comenzado y dice: «¿Quién me llamará para que pueda responderle? ¿Quién me pedirá para que pueda darle? ¿Quién me pedirá perdón para que le pueda perdonar?»

31
Yahya me relató de Malik, de Yahya ibn Sa’id, de Muhammad ibn Ibrahim ibn al-Hariz at-Taymi, que A’isha, umm al-muminin, dijo: «Estaba durmiendo al lado del Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, y le eche de menos durante la noche, de modo que tantee con la mano, buscandole, y puse la mano en sus pies. Estaba en sayda diciendo: «Busco refugio en Tu satisfacción contra Tu enojo, y en Tu perdón contra Tu castigo, y en Ti contra Ti. No puedo enumerar Tus alabanzas, como Tu te alabas a Ti Mismo.»
A’udhu bi ridaka min sajatika,
wa bi mu’afatika min uqubatika,
wa bika minka.
La uhsi zana’an alayka,
anta kama aznayta ala nafsika.

32
Yahya me relató de Malik, de Ziyad ibn Abi Ziyad, de Talha ibn Ubaydullah ibn Kariz, que el Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, dijo: «El mejor du’a es el du’a en el día de Arafa, y la mejor cosa que yo o los profetas anteriores a mi hemos dicho es: «No hay más sino Allah, sólo, sin asociado»
La ilaha illa’llah, wahdahu la sharika lah.

33
Yahya me relató de Malik, de Abu’z Zubayr al-Makki, de Tawus al-Yamani, de Abdullah ibn Abbas, que el Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, solía enseñar el siguiente du’a del mismo modo que les enseñaba un Sura del Qur’an: «Oh Allah, busco refugio en Ti del tormento de Yahannam, y busco refugio en Ti de la prueba de la tumba, y busco refugio en Ti de la prueba de la vida y de la muerte.»
Allahumma inniy a’udhu bika
min adhabi yahannama,
wa a’udhu bika min adhabi’l qabri,
wa a’udhu bika min fitnati’l mahya wa’l mamati.

34
Yahya me relató de Malik, de Abu’z Zubayr al-Makki, de Tawus al-Yamani, de Abdullah ibn Abbas, que el Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, solía decir, cuando se levantaba a rezar en el medio de la noche: «Oh Allah, la alabanza te pertenece. Tu eres la luz de los cielos y de la tierra y la alabanza te pertenece. Tu eres el Sostenedor de los cielos y de la tierra y la alabanza te pertenece. Tu eres el Señor de los cielos y de la tierra y de quienes están en ellos. Tu eres la Verda y Tus palabras son verdad. Tu promesa es verdad y el encuentro contigo es verdad. El Jardín es verdad y el Fuego es verdad y la Hora es verdad. Oh Allah, a Ti me someto, y Te acepto, y confío en Ti, y a Ti me torno, y en Ti baso mi argumento y a Ti te pido juicio. Perdoname lo que he enviado delante de mi y lo que he dejado detrás, lo que he guardado en secreto, y lo que he proclamado. Tu eres mi dios, no hay dios excepto Tu.»
Allahumma laka’l Hamdu.
Anta nuru’s samawati wa’l ardi,
wa laka’l hamdu.
Anta qayamu’s samawati wa’l ardi,
wa laka’l hamdu.
Anta rabbu’s samawati wa’l ardi
wa man fihinna.
Anta’l haqqu wa qawluka haqqun.
Wa wa duka’l haqqu,
wa’l iqa’uka haqqun.
Wa yannatu haqqun
wa naru haqqun,
wa sa’tu haqqun.
Allahumma laka aslamtu,
wa bika amantu,
wa alayka tawakaltu,
wa ilayka anabtu,
wa bika jasamtu,
wa ilayka hakamtu fa’g firli ma qadamtu
wa ajartu wa asrartu,
wa a’lantu.
Anta ilahi la ilaha illa ant.

35
Yahya me relató de Malik que Abdullah ibn Yabir ibn Atik dijo que Abdullah ibn Umar había venido a ellos, en Bani Mu’awiya, uno de los pueblos de los Ansar, y había dicho: «¿Sabéis donde rezó el Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, en esta vuestra mezquita?»
Y le dije: «Sí,» y señalé un lugar cerca de donde él estaba. El dijo:
«¿Sabes las tres cosas por las que hizo du’a aquí?» Yo dije: «Sí.» El dijo: «Dimelas, pues.» Yo dije: «Pidió que Allah no permitiera que un enemigo de entre los que no creen triunfara sobre los creyentes, y que El no destruyera a los creyentes con malas cosechas, y estas dos cosas se le concedieron. Y pidió que El no hiciera que los creyentes lucharan entre ellos, y esto la fue negado.» Ibn Umar dijo: «Has dicho la verdad», y añadió: «La agitación no cesará hasta el día del levantamiento.»

36
Yahya me relató de Malik, de Zayd ibn Aslam solía decir: «Nadie hace un du’a sin que le ocurra una de tres cosas. O bien se le responde, o bien se le pospone, o bien se le expian acciones erroneas por su du’a.»

15.9 Hacer Du’a

37
Yahya me relató de Malik que Abdullah ibn Dinar dijo: «Abdullah ibn Umar me vio cuando estaba haciendo du’a, señalando con dos dedos, uno de cada mano, y me lo prohibió.»

38
Yahya me relató de Malik, de Yahya ibn Sa’id, que Sa’id ibn al-Musayyab solía decir: «Un hombre es elevado por el du’a de su hijo después de su muerte.» Hablaba con las palmas de las manos vueltas hacia arriba y entonces las levantó.

39
Yahya me relató de Malik, de Hisham ibn Urwa, que su padre dijo: «Esta Ayat fue hecho descender acerca del du’a: Y no elevéis vuestra voz en la oración y no guardéis silencio en ella, más bien buscad un camino intermedio entre estos dos. (Sura 17, ayat 110). Yahya dijo que le preguntaron a Malik acerca de hacer du’a en las oraciones obligatorias, y él dijo: «No hay mal alguno en hacer du’a en ellas.»

40
Yahya me relató de Malik que él había oído que el Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, solía hacer du’a diciendo: «Oh Allah, te pido acciones buenas, y abandonar lo reprobable, y amor por los pobres. Y si quieres someter a los hombres a tribulaciones, llevame a Ti sin haberme sometido a tribulaciones.»
Allahumma inni asa’luka fala’l jayrati,
wa tarqa’l munqarati,
wa hubba’l masakin,
wa ikha aradta fi’n nasi fitnatan,
fa’q bizni ilayka gayra maftun.

41
Yahya me relató de Malik que él había oído que el Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, dijo: «Nadie llama a otros a la guía (recta) sin tener la misma recompensa que aquellos que le siguen, sin disminuir sus recompensas en nada. Y nadie invita a otros al error sin tener las mismas cargas que ellos tienen, sin que se le disminuyan sus cargas en nada.»

42
Yahya me relató de Malik que él había oído que Abdullah ibn Umar dijo:
Oh Allah, hazme uno de los dirigentes de la gente de taqwa.»
Allahumma ya’l ni min a’imati’l mutaqin.

43
Yahya me relató de Malik que él había oído Abu Darda solía le vantarse en el medio de la noche y decir: «Los ojos dormido, y las estrellas se han puesto y Tu eres el Viviente, el Autosubsistente.»
Namat’l uyun wa gariti’n nuyum,
wa anta’l hayyu’l qayyum.

15.10 Prohibición de rezar después de Subh y después de Asr

44
Yahya me relató de Malik, de Zayd ibn Aslam, de Ata ibn Yasar, de Abdullah as-Sunabihi, que el Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, dijo: «Sale el sol, y con él hay un cuerno de Shaytan, y cuando sube más el cuerno lo abandona. Más tarde, cuando el sol llega al meridiano, el cuerno se vuelve a unir a él, y cuando el sol declina, el cuerno lo abandona y cuando el sol está a punto de ponerse se vuelve a unir con él.» El Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, prohibió la oración en estos momentos del día.

45
Yahya me relató de Malik, de Hisham ibn Urwa que su padre dijo que el
Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, solía decir:
«Retrasad la oración cuando el borde del sol aparezca, hasta que este visible completamente, y retrasad la oración cuando el borde del sol este desapareciendo, hasta que haya desaparecido completamente.»

46
Yahya me relató de Malik que al-Ala ibn abd ar-Rahman dijo: «Visitamos a Anas ibn Malik después de Dhuhr y él, poniéndose en pie, rezó Asr. Cuando terminó la oración le mencionamos el hacer las oraciones en el principio de su tiempo, o él lo mencionó. Y él dijo que había oído al Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, decir: «La oración de los hipócritas, la oración de los hipócritas, la oración de hipócritas: se sientan hasta que el sol se vuelve amarillo y está entre los cuernos de Shaytan, o encima del cuerno de Shaytan, y entonces se levanta y despacha con rapidez cuatro rak’as, sin apenas recordar a Allah en ellos en absoluto.»

47
Yahya me relató de Malik, de Nafi, de Abdullah ibn Umar, que el Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, dijo: «No debéis intentar rezar ni a la salida del sol ni a la puesta de sol.»

48
Yahya me relató de Malik, de Muhammad ibn Yahya ibn Habban, de al-Aray, de Abu Hurayra, que el Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, prohibió la oración después de Asr hasta que el sol se hubiera puesto, y la oración después Subh que el sol hubiera salido.

49
Yahya me relató de Malik, de Abdullah ibn Dinar, de Abdullah ibn Umar, que Umar ibn al-Jattab solía decir: «No intentéis hacer vuestra oración ni a la salida del sol ni a la puesta, porque los cuernos de Shaytan salen con el sol y se ponen cuando este se pone.» Umar solía golpear a la gente por ese tipo de oración.

50
Yahya me relató de Malik, de Ibn Shihab, de as-Sa’ib ibn Yazid, que él vio a Umar ibn al-Jattab golpeando a al-Munkadir por rezar después de Asr.

error: Content is protected !!
Abrir chat
1
Assalamu Alaykum
Tariqa Sufi Darqawi Latinoamérica
Hola. Gracias por visitar nuestro sitio. En qué podemos ayudarte?